El primer Proyecto Acción Climática (PAC) de Canarias arrancará en el frente marítimo de Las Galletas, en Arona, tras la firma de un protocolo de colaboración entre el Cabildo de Tenerife, la Consejería de Transición Ecológica y Energía del Gobierno de Canarias y el Ayuntamiento de Arona. Este proyecto busca “paliar las consecuencias” atribuidas al “cambio climático” y la subida del nivel del mar en esta zona costera.
El proyecto se sustenta en una modificación de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética de Canarias, aprobada en 2024, que reduce “plazos y trámites administrativos para el desarrollo de actuaciones relacionadas con la lucha contra el Cambio Climático”.
En 2008 ya se presentó un plan de de 8 millones de euros para transformar el litoral de Las Galletas
Este miércoles (21) el Gobierno ha anunciado una nueva intención de intervención en el litoral de Las Galletas centrada en tres líneas de actuación: la “reubicación de la vía costera”, considerada “muy vulnerable frente a temporales”; la “renaturalización del frente marítimo”, que abarca la “restauración de los ecosistemas intermareales”; y la “protección del núcleo urbano cercano a la costa frente a riesgos de inundación causados por eventos extremos”.
La primera medida prevé la eliminación de la actual ‘Avenida del Atlántico’ (TF-66) para liberar espacio en el borde costero y permitir soluciones basadas en la naturaleza. En paralelo, se actuará sobre el frente marítimo de la playa de Las Galletas con el objetivo de fomentar la biodiversidad local mediante la creación de charcos mareales. La tercera acción consistirá en implementar medidas de protección para el núcleo urbano, buscando “mitigar los riesgos de inundación” y reforzar la “resistencia” del área ante fenómenos extremos.
El nuevo enfoque recuerda iniciativas previas planteadas en 2008, cuando el entonces concejal de Innovaciones Tecnológicas y Transporte, Antonio Miguel García (CC), de la mano del exalcalde José Alberto González Reverón (CC) explicó que el proyecto del frente de playa se había modificado por no ajustarse al nuevo deslinde marítimo-terrestre. En aquel momento, se planteó la necesidad de alejar el trazado vial de la costa —pasando de 100 a 200 metros— tras detectar filtraciones en el área.
Vídeo de la presentación por José Alberto Reverón y Antonio García en 2008

Ese plan preveía una inversión total de 8 millones de euros, repartidos entre 6 millones destinados al frente marítimo —de los cuales 3 millones eran para expropiaciones de 12 inmuebles entre el muelle y Punta del Viento— y otros 2 millones para la creación de un paseo marítimo hasta Costa del Silencio. Aquel paseo ya contemplaba criterios de accesibilidad, zonas verdes y un enfoque ecológico. La noticia está aquí, en nuestra hemeroteca.
La intervención actual, según se explicó a este periódico por los representantes políticos allí presentes, sería un proyecto “diferente”, ya que está enfocado en el cambio climático, siendo además “pionero” en toda Canarias.
Un nuevo proyecto por “efectos del cambio climático”

Rosa Dávila (CC), presidenta del Cabildo de Tenerife, destacó que “hoy desde Las Galletas damos un paso pionero en toda Canarias frente al cambio climático”. Señaló que esta iniciativa es “un ejemplo de coordinación interinstitucional” donde el trabajo conjunto entre las administraciones “afrontamos con responsabilidad los efectos de esta crisis climática global”.
Para Dávila, el proyecto va más allá de la infraestructura: “No se trata solo de reubicar una avenida o proteger la costa”, sino que es “defender un modo de vida, cuidar el territorio y anticiparnos a retos que ya están aquí”. Añadió que se trata de “una actuación necesaria y valiente que marca el rumbo hacia una isla comprometida con la sostenibilidad, la protección de su litoral y el bienestar de quienes viven aquí”.

Lope Afonso (PP), vicepresidente y consejero de Turismo del Cabildo, afirmó que “el protocolo firmado entre las administraciones nos permite diseñar e implementar iniciativas de vital importancia para afrontar consecuencias del cambio climático”. Destacó que este proyecto busca “proteger y adaptar el litoral a los efectos del cambio climático” y tiene “un marcado carácter estratégico” que refleja “el compromiso de todas las instituciones para afrontar con garantías y responsabilidad” estas consecuencias. Añadió que el protocolo permitirá “impulsar medidas dirigidas a aumentar la resiliencia de nuestro territorio y nuestra sociedad”, en línea con una política que persigue “sostenibilidad económica, social y ambiental”.
El consejero de Transición Ecológica y Energía, Mariano H. Zapata (PP), calificó la firma de este protocolo como una demostración de que “este Gobierno y esta Consejería actúa con hechos y no solo con ideas o palabras”. Explicó que “Las Galletas será el primer ejemplo visible de aplicación de esta nueva herramienta de ordenación” destinada a “facilitar la adaptación al cambio climático y mejorar así la calidad de vida de nuestros vecinos”.
Zapata subrayó que “nuestra lucha climática no puede entenderse sin la adaptación” y que este proyecto será “el punto de partida de una serie de decisiones y acciones valientes”. Añadió que el objetivo es “no solo adaptar el área concreta, sino también mejorar la calidad ambiental y la experiencia de residentes y visitantes”. Finalmente, destacó “la importancia de la colaboración institucional” y afirmó que este es “un ejemplo de coordinación entre administraciones que demuestra que cuando todas las instituciones trabajan en la misma dirección y con un objetivo claro, los resultados llegan”.

Desde el Ayuntamiento de Arona, la alcaldesa Fátima Lemes (PP) indicó que esta presentación “da un primer gran paso como respuesta al cambio climático”, y señaló que se trata de un “proyecto pionero” que se desarrolla “con el apoyo de otras administraciones en un trabajo conjunto dada su relevancia”. Lemes indicó que el proyecto “busca proteger lo que nos rodea, mejorar el bienestar de las personas y, sobre todo, proteger nuestro futuro y el de las próximas generaciones”.
Según se explicó en la rueda de prensa, los Proyectos de Acción Climática de Canarias son una figura nueva impulsada por el Gobierno autonómico para afrontar los efectos del cambio climático en zonas costeras vulnerables. Su creación se basa en la Ley Canaria de Cambio Climático y Transición Energética (Ley 6/2022), modificada el año pasado para “agilizar trámites y simplificar actuaciones”.
Esta herramienta se fundamenta en varios artículos de la ley, que señalan el “deber de las administraciones públicas de adoptar medidas para aumentar la resiliencia en las zonas costeras”, con el Gobierno de Canarias como responsable de liderar estas actuaciones en “sistemas naturales, económicos y sociales”.

En línea con esta normativa y como resultado del proyecto estatal PIMA Adapta Costas —que identificó 47 zonas de alto riesgo en el litoral canario—, los PAC permitirán planificar e implantar intervenciones específicas en estas áreas, “priorizando soluciones basadas en criterios técnicos y ambientales” para “proteger el territorio, los ecosistemas y las comunidades costeras”. La actividad se enmarca como una “responsabilidad compartida entre administraciones”, promoviendo “cooperación, colaboración y coordinación en un marco de cogobernanza mediante políticas públicas en materia de cambio climático”.
De este modo entienden que, el proyecto de Las Galletas ejemplifica esta “colaboración institucional”. Las tres acciones previstas buscan “adaptar el área a los desafíos del cambio climático”, además de “mejorar la calidad ambiental y la experiencia de residentes y visitantes” en esta zona del sur de Tenerife.
La firma del protocolo que permite esta actuación se realizó entre el Cabildo Insular y el Ayuntamiento de Arona, ambos con competencias en el área y encargados de aportar las consideraciones técnicas necesarias.