Frente a la tonelada y media de estas plantas que se extrajeron en 2017, en este año se ha hecho una revisión de la zona y tan solo se han recuperado 32 kilogramos.
El Cabildo de Tenerife, a través del área Medio Natural y Seguridad que dirige la consejera Isabel García trabaja intensamente por el control de especies exóticas invasoras, muchas de las cuales se aprovechan de fugas de agua en los sistemas de conducción para establecerse y atravesar zonas áridas. Es el caso de la Pluchea ovalis y el rabo de gato (Cenchrus orientalis antes P. setaceum).
“En las zonas cercanas a la costa sur de Tenerife las lluvias son escasas no llegando a los 200 mm al año. Estas dos especies exóticas, muy peligrosas, se valen de las pérdidas de agua de tuberías y conductos para atravesar estas zonas áridas, como por ejemplo en el Monumento Natural de Montaña de Guaza, en el municipio de Arona. Este espacio protegido cuenta con una red de canalizaciones de agua que presentaban pérdidas de diferente magnitud. Esa agua es un bien preciado y tanto la Pluchea como el Rabo de Gato forman densas poblaciones justo en esos puntos y sus correspondientes escorrentías”, ha apuntado la consejera del área Isabel García.
El Cabildo de Tenerife ha realizado, los últimos años, con el objetivo de controlar las especies exóticas invasoras. Durante el primer año de trabajo se extrajeron 1.592 kg de rabo de gato y Pluchea, en esta zona y tras solucionarse parte de las pérdidas y sucesivas actuaciones de repaso, en este 2021, se ha trabajado en una superficie total de 11,2 hectáreas y se han retirado sólo 32 kg entre ambas especies. “Esto es un gran éxito que muestra cómo la continuidad de los trabajos, y la aplicación de técnicas cada vez más eficientes mejoran notablemente el medio natural, conservando así nuestra preciada biodiversidad”, apuntó la consejera.
Estos trabajos, al igual que el buen mantenimiento de redes de abasto públicas y privadas, son cruciales para evitar la llegada a zonas de gran valor ambiental de las exóticas invasoras. En este caso, “si las exóticas de Montaña de Guaza hubieran seguido el camino trazado por el canal y sus pérdidas acabarían llegado a uno de los pocos hábitats de cría del Lagarto Gigante de Tenerife o Lagarto Moteado (Gallotia intermedia), y tanto el rabo de gato como la Pluchea cambiarían el frágil ecosistema de esta especie, compitiendo con las otras especies vegetales que le sirven de alimento o refugio, y alterando las condiciones del suelo. Estos cambios bruscos hubieran puesto en serio peligro a la población de lagarto que sobrevive en esa inaccesible zona”, concluyó.