Noticias Tenerife Camping en pleno centro de Las Américas

Camping en pleno centro de Las Américas

Un vecino de Los Realejos vino a pasar unas vacaciones en el Sur de Tenerife y se quedó asombrado al ver como los usuarios de las caravanas que aparcan en Las Américas utilizan las zonas verdes para hacer camping saltándose las normativas. Tomás Jorge Pérez ha enviado a eldigitalsur esta Carta al Director que le dejamos a continuación.

Me llamo Tomás Jorge Pérez y soy vecino de Los Realejos, pueblo en el que resido desde hace quince años. Nací en La Orotava y pasé mi adolescencia y parte de mi juventud escuchando bulos sobre las “terribles zonas turísticas del sur de Tenerife”, donde los canarios éramos los extranjeros, donde la violencia diaria y la criminalidad eran tan elevadas, que las propias autoridades políticas y los medios de comunicación habían firmado un pacto de silencio para proteger la llegada de turistas.

En los últimos ocho años he pasado muchos fines de semana en “esas terribles zonas del sur”, y espacios míticos como “Las Américas” y “Las Verónicas” han dejado de ser los núcleos de Sodoma y Gomorra y el hábitat natural de las “Mafias del Este”, para convertirse en espacios turísticos (con sus inconvenientes y ventajas) similares a los de cualquier otra parte del mundo, donde la delincuencia no campa a sus anchas, y donde el Consistorio ha hecho (y sigue haciendo) todo lo posible por mejorar los espacios públicos, invirtiendo millones de euros para acabar con el estigma de los años noventa y principios del siglo XXI…y les felicito, porque van por muy buen camino.

Precisamente, porque he sido uno de esos miles de tinerfeños prejuiciosos que ha tenido que disfrutar del “ambiente sureño” para abrir los ojos y descubrir su error, me he tomado la libertad de hacerles llegar este documento para que reflexionen sobre su contenido y tomen las decisiones más oportunas. Sólo me guía el espíritu de la crítica constructiva que les permita seguir mejorando y la intención de saldar una deuda con una realidad deformada por los prejuicios.

Mi señora y yo estuvimos alojados en un apartamento en el “Parque Santiago IV” y cada día, desde nuestra terraza, “disfrutábamos” del espectáculo diario ofrecido por los dueños y ocupantes de las caravanas que aparcan en la calle Arenas Blancas, la continuación de la Avenida Antonio Domínguez en dirección al mar, es decir, en pleno centro. Cada día asistíamos al espectáculo de ver cómo los distintos dueños de las caravanas vigilaban hasta poder aparcar su vehículo en línea, frente al hotel H10 Conquistador, para así poder tener una estancia más cómoda. Sacaban sus hamacas, sillas y toallas y se tumbaban en el césped, pese a la repetida cartelería que recuerda que está prohibido pisarlo. Contemplábamos cómo sus mascotas (para llamar “mascota” a un “perraco” enorme enrazado con un presa canario hay que estar muy ciego o tener mucha y generosa imaginación) realizaban sus deposiciones en el propio césped y campaban a sus anchas por el citado espacio o bien invadiendo la calzada, sin ningún tipo de correa y mucho menos bozal (saltándose impunemente la normativa). Cómo muchos turistas, sorprendidos y contrariados por el espectáculo presenciado, daban un rodeo para evitar a tan pintoresco grupo. La imagen es bastante vergonzosa y no creo que contribuya mucho al lavado de cara que su Ayuntamiento está realizando.

Reciban un cordial saludo.

 

- Publicidad -spot_img

Articulos anteriores