El Fraile, el núcleo poblacional de Arona que alberga a más de 10.000 residentes, enfrenta una grave crisis de suministro de agua potable, marcada por la constante baja presión y, en ocasiones, la ausencia total del servicio. Una situación que, según ha comunicado oficialmente el Ayuntamiento de Arona, tiene su origen en el avanzado deterioro de una tubería clave de la red de abastecimiento.

El Consistorio, a través de su Concejalía de Medioambiente, Sostenibilidad y Servicios Públicos, ha avanzado este viernes (13) que el problema se focaliza en una tubería de acero galvanizado de 150 mm de diámetro que abastece a la zona. Según explican, el paso del tiempo y el consiguiente desgaste han provocado pérdidas de presión y caudal, una situación que, admiten, “se ha agravado” significativamente “en las últimas semanas”. La corporación municipal asegura que ya lleva meses trabajando para encontrar una solución y planificar la sustitución de esta infraestructura.

El día a día de los vecinos

Para los miles de habitantes de El Fraile, esta deficiencia en el suministro se ha traducido en un calvario diario. Vecinos relatan la imposibilidad de realizar tareas básicas como ducharse, cocinar o poner lavadoras, viéndose obligados a levantarse de madrugada en busca de un caudal mínimo para llenar embaces, a veces con agua amarillenta o marrón directamente.

Según relatan, los fines de semana o festivos son los peores días, aunque también puede que días cualquiera el suministro se vaya por completo. La falta de presión y turbulencia ha provocado, además, daños en numerosos electrodomésticos, como calentadores o termos y filtros de agua, generando perjuicios económicos adicionales en los hogares. Aunque la peor parte se la llevan quienes viven en pisos medios o altos.

La problemática trasciende el ámbito doméstico. Tal y como ha denunciado reiteradamente la oposición en el Ayuntamiento, el Centro de Salud de El Fraile ha tenido que limitar el uso de sus baños debido a la insuficiente presión, una medida que evidencia la gravedad de la situación en un servicio esencial. Los negocios locales también se ven seriamente afectados, con bares y cafeterías luchando por mantener las condiciones mínimas de higiene y salubridad necesarias para su actividad.

Peticiones ciudadanas y la respuesta municipal

La preocupación por la crisis del agua en El Fraile no es nueva. Durante meses, vecinos han venido alertando públicamente sobre la problemática y urgiendo al Ayuntamiento a tomar medidas.

Ante la magnitud del problema, una de las principales demandas de los residentes es que las administraciones, cualquiera que sea, actúen con mayor previsión en el mantenimiento de servicios básicos. Argumentan que infraestructuras como las tuberías tienen una vida útil y requieren inspecciones y renovaciones periódicas. La llegada a un estado “obsoleto” de las tuberías, que ha desencadenado esta crisis, sugiere, para muchos, una falta de planificación preventiva, pues reclaman que no por estos grandes fallos se les deja de cobrar.

Frente a este escenario, el Ayuntamiento de Arona ha asegurado en su comunicado de hoy, que la situación constituye una “prioridad”. Han manifestado que, ante el agravamiento, se actuará “de forma inmediata en aquellos tramos con mayor deterioro, y por la vía de urgencia en el resto de la tubería”, para lograr una sustitución completa de la misma. Las labores, según el gobierno local, se están desarrollando bajo criterios técnicos, legales y operativos, con el objetivo de garantizar la viabilidad de las intervenciones y minimizar el impacto sobre la población. Asegurando así “el acceso al suministro básico en condiciones óptimas de seguridad y calidad”, han dicho.