Las 20 personas que se encontraban desalojadas han regresado a sus viviendas. El Ayuntamiento de Arona, ha notificado, a la Policía Local que, con carácter urgente y de manera inmediata, proceda al desprecinto de la entrada del edificio de la calle Fuerteventura, número 12.
Los locales del inmueble se mantendrán precintados hasta que la propiedad culmine las obras de la segunda fase en la que deberá reforzar el resto de pilares.
El Ayuntamiento procedió al desalojo de dicho inmueble el 16 de agosto, como medida cautelar y tras una primera visita ocular a demanda de la propiedad, en la que se observaron daños, sobre todo, en el pilar central de la propiedad. Por razones de seguridad, se procedió al perimetraje y correspondiente precinto del edificio.
El personal del área de Urbanismo, una vez visto el informe presentado por la Comunidad de propietarios, ha certificado la seguridad del inmueble, tras los trabajos pertinentes, en los que se ha reforzado el pilar central. De esta forma el acceso por la escalera y entrada principal quedan desprecintados, y las familias podrán regresar a sus hogares.
En cambio, los locales se mantendrán precintados hasta que la propiedad termine los trabajos correspondientes a la segunda fase, en la que tendrá que fortalecer el resto de pilares del edificio.
La finca consta de 9 viviendas, de las que 8 estaban habitadas en el momento de los hechos. Un total de 20 personas, 15 adultos y 5 menores vivían en el inmueble. Durante los tres primeros días, el Ayuntamiento de Arona habilitó el Pabellón Municipal de El Fraile, con zona de avituallamiento y para las familias que no disponían de vivienda alternativa, hasta que fueron reubicadas en diferentes complejos de hospedaje.
La propiedad se dirigió el viernes 16 de agosto al ayuntamiento, tras registrar temblores y apreciar grietas en la estructura, a lo que se unió la filtración de agua, por tanto, se decidió enviar rápidamente un técnico para reconocer la situación, y una vez constatada, para garantizar la seguridad de los residentes, se procedió al desalojo cautelar del inmueble.
En estos casos, al ser una propiedad privada, el ayuntamiento solo puede entrar a valorar si existe una deficiencia que pueda ocasionar daños o perjuicios a la seguridad de las personas. Y, una vez constatado ese riesgo, proceder al precinto del inmueble, ordenar el desalojo y ponerse en contacto con la comunidad de vecinos para que, con los medios técnicos que estimen, procedan a su subsanación.