El consejero de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático del Cabildo de Tenerife, Javier Rodríguez Medina, ha visitado hoy los trabajos para eliminar la contaminación que se produce en el subsuelo por las filtraciones del barranco de Guasiegre, que cuentan con una inversión de 150.161,28 euros y que comenzaron en marzo.
Una máquina de sondeo por rotopercusión, la única existente en Canarias, perfora desde hoy en la zona, un área contigua a la primera celda de vertido que se construyó en el CAT, y que permitirá instalar un bombeo para extraer los lixiviados.
Las obras para la eliminación de elementos contaminantes en el subsuelo del Complejo Ambiental de Tenerife (CAT), en Arico, con el proyecto de remediación de las surgencias del barranco de Guasiegre, ubicado dentro de estas instalaciones, y que está llevando a cabo el Cabildo de Tenerife, finalizarán este mismo verano. Así lo adelantó hoy el consejero insular de Desarrollo Sostenible y Lucha contra el Cambio Climático, Javier Rodríguez Medina, que ha visitado los trabajos para limpiar el subsuelo de estas filtraciones, que comenzaron en marzo pasado y cuentan con una inversión de 150.161,28 euros.
Esta actuación en el cauce del barranco de Guasiegre, contiguo a la primera celda de vertido habilitada en el CAT, en 1985, tiene como finalidad acabar con los lixiviados existentes en el subsuelo (líquido residual producto de la descomposición orgánica), realizando pozos extractivos sobre la capa impermeable en donde se tienen ubicadas las bolsas de lixiviado, así como la realización de nuevos sondeos en la zonas con el objeto de ubicar estaciones de bombeo preventivo por si tuviesen lugar nuevas acumulaciones de líquido residual.
Rodríguez Medina resalta que “es importante señalar que este lixiviado, pese a ser un elemento contaminante, no ha alterado al acuífero, puesto que la capa impermeable existente impide que ambos caudales tengan contacto”.
El consejero insular explica que “esta situación se produjo porque cuando se construyó la primera celda de vertido no existía la obligación legal de impermeabilizar el vaso de la celda; y así, conforme se iba rellenando y añadiendo residuos generaba de forma automática el proceso de descomposición que originan los lixiviados y que recogían a través de la cuenca más cercana, que es el barranco de Guasiegre”.
Hasta la fecha se han hecho 18 sondeos de 100 milímetros de diámetro destinados a localizar las bolsas de lixiviado en el subsuelo. En uno de ellos comenzó hoy a realizarse un pozo para extraer el lixiviado. Por tal motivo, perfora ya en la zona una máquina de sondeo por rotopercusión, la única existente en Canarias, que permite ampliar el diámetro del sondeo previo de 100 a 550 milímetros, lo que posibilitará colocar el bombeo para extraer el lixiviado. Si en esta operación no se extrajera todo el lixiviado de la zona, se haría la misma acción en otros de los sondeos habilitados por el área.
“Apostamos por la sostenibilidad de forma decidida y a gestionar los residuos de la forma más adecuada para que generen el menor impacto posible. Por eso, no podemos permitir tener una celda de vertido que está generando lixiviados y que está afectando a un barranco. Por lo tanto, había que priorizar este asunto para acabar con esta afección ambiental”, subraya el consejero.
Estas obras se adjudicaron a finales del año pasado a dos empresas diferentes por un total de 150.161,28 euros. La licitación se dividió en cuatro lotes consistentes, respectivamente, en el levantamiento topográfico, perforación de pozos de sondeo, perforación de pozos de extracción y canalizaciones para la extracción del lixiviado.