La trigésima edición de la prestigiosa Universidad de Verano de Adeje ha puesto de manifiesto la creciente relevancia de la salud mental en el ámbito deportivo. Uno de los talleres más destacados, titulado “Gestión emocional y deporte“, ha destacado la importancia de una adecuada gestión de las emociones como herramienta fundamental para canalizar la frustración y alcanzar el máximo rendimiento.
Dirigido por dos destacados expertos en el campo, Pablo José Borges Hernández, maestro, licenciado y doctor en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CCAFyD), y Barbara Macarena Diaz Cortés, diplomada en Psicología Clínica y con un Máster en Psicología de la Actividad Física y Deporte, el taller buscaba proporcionar a aquellos involucrados directamente en el mundo deportivo y a los deportistas (alumnos del grado de CCAFyD, estudiantes de postgrado, profesorado novel, profesionales de la Formación Profesional deportiva, técnicos y monitores deportivos) las herramientas necesarias para incorporar la salud mental y la gestión emocional de manera efectiva en sus actividades.
Uno de los temas principales abordados durante el taller fue el síndrome de burnout o síndrome del desgaste profesional, que afecta a aquellos que enfrentan situaciones laborales agotadoras e insostenibles. De manera sorprendente, se reveló que este síndrome también se está manifestando entre deportistas en formación, lo que llevó a los expertos a diseñar metodologías que integren la salud mental como parte esencial del entrenamiento.
La creciente importancia de la atención psicológica en el ámbito deportivo de élite ha contribuido a destigmatizar el trabajo cognitivo y emocional, y se reconoce cada vez más como una parte tan vital del proceso como la preparación física o táctica.
Sin embargo, según subrayó el profesor Borges, aún queda mucho por hacer para normalizar la atención a la parte cognitiva y mental en todos los niveles del deporte. “La salud no se limita solo al aspecto físico, también abarca lo mental y lo social. Estar al cien por cien requiere una salud mental sólida”, afirmó el experto.
En ese sentido, el taller hizo hincapié en la necesidad de contar con una figura especializada que se dedique a atender la salud mental en el deporte base. Esta figura debería ser capaz de ayudar a los deportistas a gestionar la frustración de ganar o perder, promover la cultura del esfuerzo y fomentar la resiliencia, entre otros aspectos esenciales para el desarrollo integral de los atletas.
El taller ofreció a los asistentes diversas metodologías prácticas, como la atención plena, el establecimiento de objetivos, la gestión de grupos, la comunicación efectiva, la cooperación y el entendimiento. Estas herramientas pueden incorporarse de manera efectiva a las actividades de entrenamiento que los profesionales del deporte emplean con sus grupos de deportistas.