La Universidad de Verano de Adeje ha vuelto a triunfar con su curso para aprender lengua de signos española, dejando patente el creciente interés y compromiso de las personas por comunicarse e incluir a la comunidad sorda en la sociedad.
Con un programa que ha sido parte de la institución durante cinco años, esta propuesta formativa ha demostrado su importancia en el ámbito educativo y profesional, atrayendo a un diverso grupo de participantes.
Desde el miércoles 19 de julio, el Centro Cultural de la Villa de Adeje ha sido el escenario para más de una veintena de personas, entre logopedas, profesores, profesionales de la enfermería, medicina, informática, jardinería y estudiantes recién graduados de la EBAU, que se han sumado a esta iniciativa con el deseo de adquirir conocimientos básicos de la lengua de signos española.
María del Carmen Rodríguez Jiménez, profesora del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa de la Universidad de La Laguna y directora del curso, se ha mostrado complacida al observar la diversificación del público asistente este año.
Además de los profesionales habituales, se ha notado un incremento en la participación de otros campos, lo que refleja un mayor compromiso social hacia la comunidad sorda y una concienciación sobre la importancia de la inclusión.
Uno de los motivos principales que ha llevado al alumnado a inscribirse en este curso ha sido la inquietud por no saber comunicarse con personas sordas. Tradicionalmente, muchos profesionales de la medicina y enfermería se apoyaban en intérpretes, pero la pandemia de la COVID-19 cambió la dinámica, mostrando la necesidad de entender y ser entendidos por este colectivo. Por ello, decidieron formarse en lengua de signos española para mejorar su comunicación y relación con personas sordas.
Durante las 12 horas de duración del curso, los participantes han aprendido los fundamentos de la lengua de signos, incluido el sistema dactilológico, que permite representar cada letra del alfabeto mediante distintas posiciones de la mano en el aire. Esta habilidad requiere una buena memoria visual y gestual para lograr una comunicación más fluida.
Además, el programa ha abordado la estructura de las frases y las presentaciones básicas, proporcionando a los alumnos las herramientas necesarias para mantener conversaciones sencillas con personas sordas. También han desarrollado habilidades manuales y visuales específicas de este lenguaje, contribuyendo a una mejor comprensión y expresión.
María del Carmen Rodríguez Jiménez destaca la importancia de visibilizar y dar a conocer la lengua de signos española, lo que contribuye a una sociedad más inclusiva. En esta línea, menciona que diversas plataformas de televisión ya emiten películas con lenguaje de signos o subtítulos para el colectivo sordo, y la nueva ley educativa LOMLOE permitirá que los colegios puedan impartir la lengua de signos como asignatura optativa, fomentando así su aprendizaje y difusión en el ámbito escolar.
Con el éxito y la demanda creciente que ha experimentado este curso, es evidente que la sociedad está adoptando una postura más proactiva en cuanto a la inclusión y el respeto a la diversidad. La Universidad de Verano de Adeje ha desempeñado un papel crucial en la promoción de la lengua de signos española y en la sensibilización de la comunidad, allanando el camino hacia una sociedad más comprensiva e inclusiva para todos.