“La tecnología ha contribuido a la transformación del fenómeno en economía”.
Jacques Bulchand Gidumal, Profesor de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria detalló en su ponencia “Una guía para entender la economía colaborativa” que “la colaboración ha existido siempre y que ha sido la tecnología la que ha transformado el fenómeno en economía”.
El experto explicó que no se puede discernir un concepto de economía colaborativa pero, hasta el momento, la aproximación más cercana al mismo sería la “venta, intercambio o cesión de productos o servicios, principalmente por parte de individuos mediante plataformas tecnológicas en línea que permiten la conexión y gestión de la relación entre los proveedores y los consumidores, usando medios propios y disponiendo de autonomía”.
Lo cierto es que la economía colaborativa alberga una amplia red de definiciones que parten del consumo colaborativo, donde las personas usuarias utilizan plataformas digitales para ponerse en contacto e intercambiar bienes o artículos, pasando por la sostenibilidad, ya que propicia la reutilización de algunos productos; economía del bien común; economía de la compartición; economía social, etc.
Para que esto sea posible, Bulchand Gidumal afirma que es necesario aplicar las “7 P”, o lo que es lo mismo “Particulares Producen (algún producto o servicio) usando medios Propios y comercializan, mediante Plataformas tecnológicas, logrando ocupaciones Principalmente a tiempo Parcial, sin alcanzar el tamaño de una Pyme y con Poder en la toma de decisiones”.
Las características que se pueden vincular a la economía colaborativa pueden estar relacionadas con “las valoraciones de las personas usuarias, también en el hecho de que quienes participan de ella, lo hacen a tiempo parcial y flexible y por ahora, la oferta supera ampliamente a la demanda”, detalló el profesor.
¿Economía colaborativa = economía sumergida?
“No. De hecho es todo lo contrario, porque prácticamente todos los productos o servicios que se producen en ella se hacen a través de una plataforma electrónica, por lo tanto, la transparencia es una de sus cualidades más notables”, argumentó Bulchand Gidumal.
Seguidamente, el profesor incidió que, la economía colaborativa está relacionada con la sostenibilidad ya que “hablamos de compartición vs compra de productos, debatimos sobre los espacios compartidos y la dependencia de los valores y creencias del usuario, no solo es el medioambiente lo que se cuida, sino también el empleo de quienes se dedican a ella y lo cierto es que esta nueva tendencia ha ganado terreno a la economía informal y a la tradicional y ha posibilitado que el mercado se expanda pasando del B2B (Buisness to Buisness) tradicional a compartir escenario con el B2C (Buisness to Consumer).
El espectro de actividades que puede considerarse como economía colaborativa es bastante amplio y parte desde la economía con un fin social, pasando por compartir información, gastos etc., como es el caso de la Wikipedia, un interés por intercambio, lo que comúnmente se conoce como trueque, compartir costes, el caso de Bla Bla Car, o directamente cuando existe un ánimo de lucro, puntualizó Jacques Bulchand Gidumal, Profesor de la Facultad de Economía, Empresa y Turismo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Entre los beneficios de la economía colaborativa destaca el ahorro, la mayoría de los productos o servicios que se ofrecen en este modelo lo hacen a través de precios competitivos; desarrollo sostenible, estimula la reutilización de los productos, les dan una segunda vida; compartir los recursos para maximizar su rendimiento y proporcionar un mayor beneficio medioambiental.