Con motivo de la XXXI Edición de la Universidad de Verano, el Ayuntamiento de Adeje y la Universidad de la Laguna, llevaron a cabo la I Gala de Entrega de los Premios UVA, iniciativa que reconoce las figuras claves en la historia de la Universidad de Verano de Adeje a lo largo de los treinta y un años de trayectoria de este buque insignia de la formación en la zona sur de la isla de Tenerife.
Para el alcalde, José Miguel Rodríguez Fraga, “hablar de la Universidad de Verano de Adeje es hablar de la mente, pero también hay que recordar que tiene su corazón, y este acto es un ejemplo de ello”. El suyo fue un mensaje de gratitud a las personas premiadas “por dejar parte de sí en este proyecto”.
Seguidamente aclaró que la Universidad de Verano no nació como un experimento más: “era un compromiso en un momento en el que preparábamos a la población para una nueva realidad, producto del desarrollo turístico. Teníamos que crear un espacio de convivencia razonable, y la universidad era uno de sus elementos clave”.
Así, este esfuerzo no solo quedó en la UVA, sino que ya cuenta con 9 promociones del grado en Turismo.
El alcalde señaló que es un proyecto que defiende los valores universitarios y sociales, “algunos de los cuales están en peligro, como la libertad de pensamiento”. Finalmente, manifestó su deseo de seguir avanzando en la relación con la universidad.
Durante su intervención, el rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García Rodríguez, subrayó el “orgullo” que supuso reflexionar sobre el pasado para aprender y recordar los orígenes. “Este proyecto es un éxito porque ha perdurado y se ha adaptado a los nuevos desafíos que la sociedad nos ha presentado”.
Explicó que él mismo fue alumno en la primera edición, ha dirigido cursos y ha sido ponente en otros, y que como vicerrector participó en la transición al modelo actual de cursos más cortos, por lo que se sintió profundamente involucrado con esta celebración. “Somos deudores de todas las personas que participaron en estas 31 ediciones y guardianes de su legado. Los gestores de lo público tenemos esa responsabilidad”.
En esta primera entrega de los premios UVA, la organización ha reconocido la implicación del alumno con más participaciones en los cursos de verano, se trata de Miguel Castillo Sánchez, quien además también es el alumno más longevo.
A sus 80 años, asegura que viene a la universidad de verano porque “me gusta escuchar a quienes saben, me gusta el ambiente universitario y compartir con la juventud, porque la juventud también nos enseña”.
El siguiente reconocimiento fue para Antonio Alarcó Hernández y Alfonso Ángel Soleto Collado profesores con mayor intervenciones en la UVA durante las 31 ediciones.
Soleto Collado indicó que durante doce años consecutivos, participó en la universidad de verano. “Lo pude hacer gracias al apoyo de varias personas que trabajaron conmigo codo a codo”.
Además de la formación académica y la obtención de créditos de libre elección, estos cursos se centraron en el movimiento. “Varié los temas cada año, lo que motivó a algunos estudiantes a repetir. Organizamos actividades en la naturaleza, como en el paraje Madre del Agua, actividades acuáticas en la playa Fañabé, natación en las instalaciones de Adeje, y exploramos temas canarios como la lucha y el salto del pastor. También incluimos actividades específicas como danzas de diferentes tipos e incluso golf. La UVA me dio tanto que todavía en mi vida cotidiana, me encuentro con exalumnos de estos cursos que me recuerdan lo bien que lo pasaban aprendiendo y haciendo deporte”.
El doctor Antonio Alarcó Hernández, aseguró sentirse “muy cómodo” en Adeje, prueba de ello es que ha venido muchas veces. “Marisa Tejedor, mi rectora, me nombró vicerrector, y tuve que negociar con Adeje y su alcalde para crear la Universidad de Verano. Lo logramos en siete minutos de negociación y, así, llevamos treinta años de éxito. Por aquel entonces, ofrecimos cursos importantes como el de cámara hiperbárica, inmersión, medicina de urgencias, trasplantes, y más. Logramos vincular a un municipio como Adeje con la crème de la crème de sus respectivos campos”.
Por último, el reconocido médico aseguró que “la universidad debe tener dos misiones: formar hombres y mujeres libres, y hacerlos empleables. Iniciativas como la Universidad de Verano de Adeje cumplen con estos objetivos”.
La gala también reconoció la labor de Carmen Nieves Rodríguez Fraga, quien fue la responsable de la creación de la UVA durante su época de concejala. “Este reconocimiento no es solo mío; hay mucho trabajo y muchas personas detrás de él. Cuando empezamos, no había nada. El único centro cultural era este, el del casco, y ahora tenemos doce. El municipio ha cambiado mucho y la idea de tener una universidad aquí era impensable. Cuando el alcalde comenzó su mandato, uno de sus ejes principales fue la cultura. Afortunadamente, el equipo de la Universidad de La Laguna de esa época también creía en la necesidad de abrir la universidad”.
Como anécdota, la ex concejala recordó que, al principio, pensaron que con el calor del primer año los alumnos no regresarían. “Pero volvieron, y así, poco a poco la UVA se consolidó porque había ilusión y ganas. El verdadero mérito es haber logrado mantener la universidad desde aquellos días hasta hoy, y que siga adelante”.
El reconocimiento también fue entregado a María Luisa Tejedor Salguero, la primera mujer Rectora de la Universidad de La Laguna, quien de la mano de Adeje, fue la encargada de sacar adelante estos cursos de verano en el municipio. “Cada vez que vengo a la Universidad de Adeje, regreso al pasado, no con nostalgia, sino con alegría. 1992 fue un año importante para la Universidad de La Laguna, ya que celebraba su bicentenario con numerosos actos. En ese contexto, surgió la idea de los cursos de verano, y rápidamente se pensó en Adeje, un municipio muy activo con un alcalde y un equipo comprometido con la cultura y la formación. En poco tiempo se llegó a un acuerdo, y al año siguiente ya se impartieron cursos, con Fernando Morán como ponente inaugural. Los cursos aquí siguen y son cada vez mejores. Estoy orgullosa de haber puesto la primera piedra en un proyecto tan exitoso”.
El premio El galardón ha sido confeccionado por la Asociación San Juan. Se trata de una escultura elaborada con materiales provenientes de la naturaleza como son la madera y el barro.
Está inspirado en un elemento identitario tradicional como es el Tabajoste, como guiño a la cerámica canaria, y a su vez, como imagen que alude al verano, al agua y a su capacidad de “contenido”, recoger para nutrir luego al entorno, como alegoría de la educación.