Empresarios y profesional proponen una batería de medidas de cara a la reapertura de la actividad en los núcleos turísticos.
El Círculo de Empresarios y Profesionales del Sur de Tenerife (CEST) considera que desde las distintas Administraciones deben definirse cuanto antes medidas que llegado el momento faciliten e impulsen la reapertura de los núcleos turísticos, contribuyendo así a dar tranquilidad a los turistas -con un marco adecuado de garantías sanitarias- y a los empresarios y trabajadores, que a juicio del CEST necesitan señales de confianza y certidumbres.
En este sentido, desmarcándose de quienes dan por perdida la temporada de verano, el CEST advierte que no se puede renunciar a salvarla. Los empresarios consideran que si se dan las condiciones debe procederse a la apertura porque prolongar el cierre más allá de lo imprescindible -fruto de una excesiva cautela o de la poca determinación de los responsables públicos-agravará todavía más la gravísima situación que están viviendo miles de empresas y cientos de miles de trabajadores. El Círculo del Sur defiende el desarrollo de medidas de evaluación continua que ayuden a reactivar, siquiera de forma escalonada, los mercados insular, regional y peninsular.
En este orden de cosas, el CEST lamenta la incertidumbre que se está generando respecto al reinicio de las actividades, consecuencia de lo que los empresarios consideran imprecisiones y vaguedades por parte de algunos portavoces gubernamentales. El Círculo de Empresarios exige un plan definido y no, como ha venido ocurriendo, meros `globos sonda´.
Empresarios y profesionales entienden que cuando se pueda reactivar la actividad deben estar en funcionamiento diferentes mecanismos, como el pasaporte sanitario o certificado sanitario para certificar que quienes se desplacen a nuestras Islas no están contagiados por el COVID-19. Medidas como los controles térmicos automáticos en aeropuertos y puertos, protocolos para caso de fiebres en las llegadas, la obligación de los pasajeros de cubrir los grados de aislamiento en los casos positivos, seguros de viaje con cobertura sanitaria local y opción de repatriación, son entre otras algunas de las propuestas incluidas en una batería amplia de actuaciones en la que viene trabajando el CEST para llevar a cabo en aeropuertos, aviones, puertos y zonas turísticas, de tal forma que residentes y visitantes puedan ir retomando la normalidad cuanto sin renunciar a las imprescindibles garantías sanitarias. Test previos en el país emisor, cuyo coste se incluya en el precio del billete o en el paquete turístico mientras no se cuente con una vacuna o fármaco capaz de plantar cara a la COVID-19; ocupaciones limitadas en los transportes públicos con compensaciones económicas donde se requiera para garantizar servicios mínimos a los transportistas, acopio de materiales para hacer frente a hipotéticas nuevas oleadas del virus y medidas específicas para hoteles, restaurantes, espacios privados abiertos, playas, eventos al aire libre, bares, discotecas, espectáculos y parques temáticos son algunas de las soluciones en las que el CEST está trabajando.
El presidente del Círculo de Empresarios, Roberto Ucelay, ha propuesto que el Gobierno valore ésta y otras batería de medidas que hagan posible retomar la actividad económica preservando la salud de residentes, profesionales y turistas. El CEST pide que dichas medidas tengan especialmente en cuenta aquellas instalaciones que, como ocurre en aeropuertos o puertos, concentran a un mayor número de personas en espacios cerrados donde diariamente se mueven miles de personas, así como en los transportes públicos.
Según Ucelay, es imprescindible avanzar con medidas de cara a la reapertura, “de tal forma que pueda viajarse con esas garantías”. Preocupa especialmente al sector que esté barajando por parte del Estado cerrar las fronteras al turismo en verano. “Hay turoperadores y aerolíneas con vuelos planificados, somos un destino que ha demostrado capacidad en la respuesta al COVID-19, con una red de hospitales públicos y privados de primer nivel, debemos prepararnos y poner estas bazas en valor y que se atiendan las singularidades y capacidades de Tenerife y Canarias”, afirmó.
En este orden de cosas, Ucelay ha reiterado la demanda de que desde las Administraciones se promuevan medidas efectivas de más apoyo económico y financiero a las empresas que en mayor medida están sufriendo las consecuencias de la crisis que ha provocado la COVID-19. A juicio del presidente del CEST, la recuperación de la economía canaria será con diferencia aún más lenta que en el conjunto del país sino hay turísticas internacionales, siendo el sector turístico el que en mayor medida se ve castigado por las suspensiones y restricciones decretadas en España, así como en los mercados turísticos que nutren a la Comarca como destino preferente.
“La apertura de los negocios será gradual, tardaremos meses en acércanos a la demanda y consumo anteriores al `cero turístico´ que impuso la declaración del estado de alarma, de ahí que sea el sector turístico el que en mayor medida requiera de medidas tan específicas como duraderas e inmediatas”, ha señalado Ucelay. “Muchas empresas, profesionales y autónomos se verán obligados a tirar la toalla, a cerrar, si no cuentan con el apoyo de las instituciones públicas”, ha recalado el presidente de los empresarios del Sur. “A esto debemos añadir que estos últimos meses no han sido fáciles, por los daños colaterales de la crisis en la turoperación, suma de factores que multiplica la necesidad de que se arrope de forma decidida y firme a las empresas y autónomos que desarrollan su actividad en este sector, tanto en el ámbito alojativo, restauración, ocio, oferta de excursiones en el mar y en montaña, deportiva, y otras”, ha afirmado Roberto Ucelay.