Ya hemos estrenado el verano, época de vacaciones, de turismo; de índices en la subida de empleo, de porcentajes al alza en hostelería y consumo. Números en definitiva, que se convierten en un respiro de la economía tanto para empresarios, como trabajadores.
España se mueve al compás de sombreros de paja, jarras de sangrías, paellas, aftersun y habitaciones en los hoteles.
Pertenezco a este sector, al limpio, silencioso, rápido, eficaz, resolutivo…soy camarera de pisos.
Mi trabajo, como el de muchas compañeras es temporal, muy duro y poco remunerado, pero al menos da para tirar unos meses hasta que llega el invierno. Así que sin querer, somos esas hormiguitas que en verano trabajan incansables guardando provisiones para el invierno…hasta que llegan las vacas flacas, que decía mi madre.
En estos días en el que aprieta el trabajo, veo la desesperación de una compañera a la que su “vaca flaca” comienza a quedarse en los huesos en medio de un desierto.
Más de un año esperando esa llamada de teléfono, más de un año repartiendo su currículum sin suerte, más de un año llamando a puertas que con una sonrisa -y en muchos casos una palmadita en la espalda- le cierran en la cara.
Mónica García es una mujer que ha ejercido impecablemente durante años su labor como camarera de pisos, en uno de los lugares (Tenerife) donde el verano parece eterno y sin embargo, su sol está tardando en llegar. ¿Cómo es posible?
Todo parece comenzar, cuando Mónica coge las riendas de la asociación Kellys Unión Tenerife impulsada, por la marcha de su antigua presidenta a la que presuntamente, habían convencido desde un sindicato para unirse a ellos y poner fin a dicha asociación. Por tanto, que Mónica García refundara la asociación Kellys Unión Tenerife -que siempre trabajó sin ningún ánimo de lucro- no debió sentar bien en dicho sindicato, ya que es obvio, que los planes del mismo parecían ser, captar el mayor número de afiliados y mantener su fuerte estatus en las islas. Así pues, Mónica se convirtió en la piedra en el zapato del presidente sindical y en su competencia directa.
A esta Kelly que con esfuerzo constante y a pesar de su mermada situación económica, fuese capaz de organizar el I Congreso de España de Kellys Unión, dando así visibilidad al sector y a las islas en toda España, no le dan trabajo porque molesta en los planes de un señor, acostumbrado a su ordeno y mando dictatorial. Y aquí, no hay más leña que la que arde, porque el trabajo sobra en las islas y esta mujer que sólo quiere trabajar, ve a diario cómo ofertan puestos de trabajo en los hoteles donde entregó su C.V desde hace más de un año. ¿Por qué ninguno es para ella? La respuesta sale con sólo rasgar un poquito en la superficie y comprobar, cuál es el sindicato que opera en dichos hoteles.
¿No es esto una especie de bullying? ¿No es esto discriminación? ¿No es esto maltrato? ¿Quién se permite y le permiten, que actué creyéndose un Dios?
Me preocupa esta compañera a la que pude conocer cuando una persona cercana a mí, pasaba por un mal momento, yo misma, me veo en ella hace un par de años cuando pasaba las noches en vela con la angustia de no saber hasta cuándo debía esperar esa llamada para volver a trabajar.
No puedo entender ese silencio, como se mira para otro lado mientras los días van pasando y Mónica sigue ahí, incansable en su lucha, soportando la pasividad de aquellos que tienen en sus manos, terminar con esta injusta situación. Creo que no les vendría mal, recordarles lo siguiente:
La Constitución española de 1978.Título I. De los derechos y deberes fundamentales Capítulo segundo. Derechos y libertades.
Artículo 14
Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.
Artículo 35
Todos los españoles tienen el deber de trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profesión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una remuneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discriminación por razón de sexo.