Un estudio científico ha analizado las condiciones de 29 animales mantenidos en cautividad en España y EEUU sacando a la luz los graves problemas dentales que todos padecen.
El estudio “Tooth damage in captive orcas (Orcinus orca)” publicado en el Journal of Oral Biology y realizado por importantes científicos como el Dr. John Jett, La Dra. Carolina Loch y la Dra. Ingrid Visser, desvela los problemas dentales que padecen un total de 29 orcas en cautividad, 6 de las cuales se encuentran en Loro Parque, Tenerife. Más del 65% de estos animales muestran un desgaste dental entre moderado y extremo en la mandíbula inferior, sobre todo como consecuencia de morder superficies de cemento o acero de los tanques (“jaw popping”).
Más del 61% de estas orcas además, han tenido que ser sometidas a una «pulpotomía modificada»: la intervención consiste en perforar el diente para extraer el tejido pulposo blando que se encuentra en el interior. Al contrario de lo que ocurre con las personas, el diente no se rellena ni se tapa, sino que se deja abierto durante el resto de la vida del animal, lo que requiere lavados diarios con productos químicos para mantener los dientes libres de restos de comida y de bacterias y para intentar tratar la infección consiguiente.
La Dra. Carolina Loch, científica especialista en dentadura de cetáceos y coautora del estudio, explica que, una vez que el diente se desgasta hasta dejar la pulpa expuesta, «se abre una vía de entrada a enfermedades y a infecciones, por lo que el personal al final debe perforar los dientes». El Dr. Jeff Ventre, otro de los autores, además de antiguo adiestrador de orcas y actualmente médico de profesión, afirma que él mismo llegó a perforarles los dientes a las orcas y que «el daño dental es la consecuencia más trágica de la cautividad, pues no solo provoca mortalidad en las orcas cautivas, sino que a menudo también acarrea terapias crónicas de antibióticos que ponen en peligro el sistema inmune del animal, como ocurrió recientemente con la orca conocida como Kasatka».
Según añade Loch además, este nuevo estudio ha permitido detectar que más del 60% de los dientes segundos y terceros de la mandíbula inferior de los animales estaban fracturados, y es probable que esta cifra tan elevada tenga que ver con la perforación.
Tal y como explica la Dr. Ingrid Visser, en comparación con las orcas en libertad, «los dientes de las orcas en cautividad están extremadamente comprometidos.» Es más, los expertos concluyen que «El daño dental comienza en edades muy tempranas en cautividad, y que todas las orcas estudiadas sufren problemas dentales. Los dientes son extremadamente importantes para la salud general de un animal, y los resultados de este estudio deberían despertar la alarma sobre la salud y el bienestar de las orcas en cautividad».
Según Miriam Martínez, veterinaria y portavoz de SOSdelfines: «La cautividad de las orcas no se justifica ni desde un punto de vista conservacionista ni educativo y tan solo presenta problemas para los mamíferos. Por estos motivos desde SOS delfines solicitamos que se tomen medidas conjuntas entre administraciones públicas, centros privados donde se mantienen estos animales y ONG con el fin de ir paulatinamente clausurando estas instalaciones».