El alcalde entregó hoy las condecoraciones a los regatistas Alicia Cebrián y Javier Hernández y a la nadadora Michelle Alonso.
Alicia Cebrián, Javier Hernández y Michelle Alonso, tres laureados deportistas olímpicos nacidos en la capital tinerfeña, recibieron hoy, de manos del alcalde, José Manuel Bermúdez, las medallas de Oro de la ciudad al Mérito Deportivo, en el transcurso de una solemne sesión celebrada en el Salón de Plenos municipal.
Precisamente, durante su intervención, el alcalde destacó la condición de olímpicos de los homenajeados, en los que confluyen los valores y cualidades de este movimiento, además de su exitosa trayectoria deportiva y personal.
“Porque términos como voluntad, cultura, formación, esfuerzo, educación o ética cobran el mayor de los sentidos en la figura de estos paisanos, casualmente relacionados los tres con los deportes acuáticos; y no por casualidad, los tres olímpicos”, dijo Bermúdez.
“Sus trayectorias justifican sobradamente este solemne reconocimiento institucional, es cierto, pero más allá de las victorias estrictamente deportivas, nos encontramos ante tres grandes personas, que son ejemplo para los demás. Por eso –continuó– al hacer entrega hoy de las medallas de oro de la ciudad al Mérito Deportivo estamos, en realidad, yendo un paso más allá: estamos reconociendo la preeminencia de unos valores que ennoblecen a quienes los poseen y que enorgullecen a quienes nos sentimos representados por ellos”.
El alcalde también valoró el hecho de que los tres homenajeados han hecho gala siempre de su condición de santacruceros y han paseado el nombre de Santa Cruz por el mundo.
“Son, en ese sentido, enormes deportistas; pero también los mejores embajadores de esta ciudad pegada al Atlántico y que hoy aspira a recuperar ese contacto directo con el mar al que tanto debemos”, subrayó.
A este respecto, el alcalde recordó que ese mismo mar ha visto triunfar a los regatistas y que, incluso, en tiempos pretérito fue campo de entrenamiento para los excelentes nadadores que ha dado históricamente la ciudad. “Y así lo atestiguan nuestros mayores, que recuerdan cómo aquellos pioneros practicaban en la bahía junto a falúas y gabarras”, matizó.
En igual medida, Bermúdez hizo referencia a la creación, en 1991, del Centro Insular de Deportes Marinos (Cidemat) como escuela de Vela, unas instalaciones que, según dijo, suponen “quizás el mejor ejemplo del compromiso de esta ciudad, de esta isla, con esta modalidad deportiva, que nos ha reportado –a la vista está– grandes satisfacciones”.
En otro momento de su intervención, en alcalde lamentó que algunos se empeñen en denominar como deportes minoritarios a la vela o la natación, cuando “el trabajo, esfuerzo y sacrificio que requiere la práctica deportiva –mucho más acentuada en el caso de competidores de élite– no merece nunca el desprecio, por mucho que las licencias o las personas que se dedican a determinados deportes no alcancen las cifras de otros”.
En ese sentido, afirmó que “el deporte se mide desde la calidad del esfuerzo personal, no desde la cantidad de practicantes, y siendo así, Alicia, Michelle y Javier son súper campeones”.
Además, ambas modalidades deportivas están estrechamente vinculadas a la historia de la ciudad y, en consecuencia, arraigadas en la sociedad chicharrera.
“De ahí que, desde el ámbito municipal, sigamos haciendo todos los esfuerzos para promocionar su práctica y extender, sobre todo a los más pequeños, la pasión por la actividad física”, añadió el alcalde, quien recordó la remodelación de la piscina municipal Acidalio Lorenzo o las mejoras en las piscinas cubiertas, una de las cuales lleva precisamente el nombre de Michelle Alonso.
Bermúdez agradeció a los homenajeados y a sus clubes, el Real Club Náutico y el Ademi, que lleven el nombre de Santa Cruz en el corazón y les aseguró que “a cada brazada, a cada ceñida, seguirán teniendo siempre el aliento de todo un pueblo, orgulloso de tenerlos como abanderados”.
Cada uno de los deportistas tomó luego brevemente la palabra para agradecer la concesión de honores, que consideraron un orgullo por su condición de chicharreros.
El acto contó con la intervención de la Banda Sinfónica Tenerife, que interpretó varias composiciones musicales.