El Cabildo de Tenerife y el Centro Internacional para la Conservación del Patrimonio (CICOP) trabajan en la restauración de un reloj perteneciente a las colecciones del Museo de Historia y Antropología de Tenerife que en su tiempo servía para que ficharan los trabajadores del tranvía.
La pieza, que estaba guardada en los almacenes del Museo desde hace tiempo, se construyó en 1930 en Inglaterra, pero fue distribuida por la compañía Horlogerie Controle Electricite de Bruselas.
La consejera insular de Museos, Amaya Conde, valor de forma positiva la iniciativa al tener “un gran valor histórico en nuestra Isla, que servirá para que los ciudadanos echen una vista al pasado y conozcan más a fondo aspectos de la red ferroviaria urbana”. Asimismo, destaca la “excepcional labor que realiza el Centro”, ya que “además actúa sin ánimo de lucro, al mismo tiempo que promueve valores importantes en nuestra sociedad, como la solidaridad y cooperación”.
Se trata de un reloj de los denominados secundarios o ‘esclavo’, que depende de un reloj maestro el cual, mediante impulsos eléctricos, envía la hora a marcar. Las labores de restauración están a cargo de Avelino Moreno, que se está centrando en la actuación sobre la máquina (grupo electromecánico de marcha y el grupo mecánico de impresión), sobre el mueble en sí y sobre la esfera.
Moreno destaca que “es un reloj al que le falta el corazón”, por lo que, tras este proceso, recobrará nueva vida como pieza de museo, que se podrá exponer de cara al público para su disfrute.
Por otra parte, la Unidad de Relojes Históricos ha manifestado su interés por otros relojes de la colección del Museo, lo que puede implicar una estrecha y extensa colaboración entre ambas instituciones.