‘Crex’ y ‘Asguard IV’ se introducen en las entrañas de este espectacular tubo volcánico como parte del trabajo del Centro de Innovación de Robótica e Inteligencia Artificial teutón
Podría parecer el argumento de alguna producción cinematográfica de ciencia ficción, pero no, es un relato basado en la más pura realidad. Un grupo de científicos alemanes del Centro de Innovación de Robótica e Inteligencia Artificial ha probado, a finales del año pasado, algoritmos con los robots Crex y Asguard IV en las entrañas de la Cueva del Viento, en Icod de los Vinos, que sirve como simulación del trabajo en la Luna o el planeta Marte.
Tal y como recogió recientemente el periódico ABC en su edición para Canarias, Frank Kirchner, jefe del proyecto desde la Universidad de Bremen, afirmó que “las cuevas de lava que hay en Canarias son de gran interés en los viajes espaciales”. Los robots, por tanto, realizan prácticas de desarrollo sin tener que recurrir a una infraestructura costosa.
Entre otros ensayos, se ha probado la transmisión segura de datos entre los robots y la estación terrestre a través de una conexión por satélite. Los científicos están intentando que, además de tener capacidad de responder a las instrucciones que lleguen desde tierra, las unidades robotizadas, que son como tarántulas, puedan decidir de forma autónoma por dónde ir (extraído de la información de ABC).
La Cueva del Viento es una cavidad volcánica enclavada en el barrio de Icod de los Vinos que lleva el mismo nombre. Se formó hace 27.000 años en lavas basálticas procedentes de la primera fase eruptiva del volcán Pico Viejo, situado junto al Teide. Este tubo volcánico, cuyo nombre se debe a las importantes corrientes de aire que se producen en su interior, es el quinto más largo del mundo (18 kilómetros topografiados) tras los cuatro primeros que se encuentran en la isla mayor del archipiélago de Hawaii (Estados Unidos). Constituye una enorme red laberíntica de pasajes subterráneos, siendo innumerables las ramificaciones aún sin explorar que permitirán ampliar su longitud en el futuro.
La Cueva del Viento también destaca por sus características geomorfológicas únicas, ya que su red de galerías se dispone en tres niveles superpuestos, fenómeno que no está descrito en ningún otro lugar del mundo.
La concejal de Comunicación y Relaciones Institucionales y senadora, Isabel García, muestra “su satisfacción por tratarse de una noticia que sitúa al municipio y a la Isla en el mapa internacional, convirtiéndose este icono de los icodenses en un laboratorio de excepción como entrenamiento para explorar la Luna o Marte”.