El objetivo de la iniciativa es identificar el número de ejemplares existentes en entornos naturales de la Isla y plantear medidas para garantizar su futuro.
El Cabildo de Tenerife, a través del área de Medio Ambiente, y en colaboración con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha puesto en marcha un proyecto de catalogación e identificación de la palmera canaria o phoenix canariensis con el objetivo de garantizar la conservación de esta especie vegetal. La iniciativa se centrará en los palmerales que se encuentran en entornos rurales de la Isla y espacios protegidos, que pueden sumar más de 15.500 ejemplares. El estudio tomará en cuenta la situación geográfica, el estado de conservación y la superficie terrestre que la rodea, entre otras variables.
El vicepresidente y consejero de Medio Ambiente, José Antonio Valbuena, señala que “se trata de una de las especies vegetales endémicas más representativas del archipiélago canario y un símbolo de nuestro paisaje que exportamos a todo el mundo a través del turismo que llega cada año a Tenerife”. Valbuena añade que otro de los objetivos que se persigue con este proyecto es mejorar el conocimiento de la población sobre esta variedad emblemática.
En la actualidad, las poblaciones de palmera canaria se pueden encontrar en todo el perímetro de la Isla, desde prácticamente el nivel del mar, adentrándose en el dominio del tabaibal-cardonal y en las formaciones arbóreas que pueden soportar condiciones extremas de temperatura.
Tienen grandes habilidades para la captación del agua freática, por lo que preferentemente se localizan en los cauces de barrancos o en las laderas de los mismos. De hecho, la phoenix canariensis es capaz de explotar acuíferos a ciertas profundidades, a la vez que soporta una prolongada sequía en el suelo, lo que le da ventaja frente a otras especies. El hábitat natural de esta especie ha sido tradicionalmente aprovechado para la agricultura, por lo que también es muy frecuente encontrar palmerales fragmentados por los lindes de los cultivos.