Los peatones que caminan por el paseo marítimo que va desde Los Cristianos sentido Las Américas, hasta el Casino por la noche después de cenar, se sienten “en peligro” debido a la gran cantidad de patinetes eléctricos que circulan sin control a toda velocidad, así lo denunció anoche un vecino de la localidad al que su hijo de 4 años de edad por muy poco, “casi” lo atropella un patinete que iba a toda marcha por la acera. Un problema que no solo ocurre allí, sino en toda la isla de Tenerife.
En julio de 2021, un hombre de unos 70 años falleció tras ser atropellado en el Paseo Marítimo frente a la playa de Las Vistas en Los Cristianos por un patinete. Otro caso, puede ser el del conductor de un scooter que quedó herido de gravedad tras impactar contra un coche en Santa Cruz. Pero ni siquiera estas tragedias han logrado cambiar algo en Tenerife, ya que según la normativa en España no son considerados vehículos a motor.
Los vecinos temen que “Llegue la próxima víctima, porque solo es cuestión de tiempo”. Los patinetes, extremadamente silenciosos circulan a velocidades cercanas a los 20 km/h junto a peatones, sillas de ruedas, cochecitos de bebé, ancianos y niños. “Basta con dar un paso en falso para ser atropellado”.
Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo, se ha convertido en una ciudad llena de barreras para la movilidad que perjudica a las personas que van a pie dando un paseo en su localidad.
Para los habitantes de la isla, dar un paseo con un niño “se ha convertido en un verdadero calvario”, señalan que “es imposible explicarles a los niños que deben caminar sin moverse hacia la derecha y hacia la izquierda”.
Explican que es necesario mantenerlos “atados como si fueran perros” para evitar que sean atropellados, aun cuando van por la acera. Por lo que ni los padres, ni los niños pueden disfrutar del paseo.
Los patinetes eléctricos, también conocidos como scooters, pueden ser un medio de transporte apreciable y ecológico, pero deben ser utilizados con conciencia. Con demasiada frecuencia, se utilizan con impericia, “haciendo zigzag entre los peatones”, convirtiéndolos en una amenaza para la seguridad pública.
Muchos se preguntan, “¿por qué nadie interviene, nadie hace nada?, incluso si fuera de crear carriles bici marcados en el suelo dedicados a bicicletas y scooters para controlar el peligro”.
Para algunos vecinos, “hacer que los scooters estén disponibles en zonas de ocio, donde el consumo de alcohol es muy común, parece una elección discutible y poco considerada”.
Según la normativa vigente en Tenerife, los patinetes eléctricos deben circular por las vías ciclistas o por las calzadas con una velocidad máxima de 25 km/h. No pueden circular por las aceras ni por las zonas peatonales.
Además, deben respetar las normas de tráfico y no usar el móvil ni los auriculares mientras conducen. Los menores de 16 años deben llevar casco obligatoriamente. Sin embargo, estas normas no se cumplen ni se hacen cumplir, o al menos así parece. Los usuarios de patinetes eléctricos hacen caso omiso de las señales y de los límites de velocidad.
Si bien es cierto que los agentes realizaron un operativo para retirar 100 patinetes eléctricos de la vía pública en Arona, la medida parece no ser suficiente para controlar la situación al menos en esta zona, ya que no es solo un problema del paso interrumpido cuando los dejan abandonados, sino de que los peatones se sienten indefensos ante esta invasión al no respetar su espacio, que deben apartarse del camino de los patinetes (las aceras) para no ser atropellados.
Para los peatones, es necesario que las autoridades en conjunto tomen medidas que ayuden a regular el uso de los patinetes eléctricos en Tenerife. Es necesario que los usuarios tomen conciencia del riesgo que suponen para ellos mismos y para los demás ir a toda marcha por las aceras.