El presidente del Grupo Parlamentario Popular afirmó que el proyecto portuario para el sur de Tenerife no saldrá adelante por la connivencia del Ejecutivo Autonómico y las formaciones políticas que han intervenido en el proceso.
Tras caducarse la declaración de impacto ambiental el Presidente del Gobierno de Canarias ha montado un paripé para agradar al líder gomero, Casimiro Curbelo y algunos dirigentes de su partido favorables a la infraestructura.
El diputado del PP en el Parlamento de Canarias, Manuel Domínguez ha denunciado que su formación política ha quitado la máscara al ejecutivo de Ángel Víctor Torres con el denominado proyecto de Fonsalía.
Manuel Domínguez asegura que el Gobierno de Canarias “miente” a sabiendas que el nuevo puerto no se va a construir.
Recordó que la proposición no de ley que se presentó por parte del PP en la cámara autonómica tuvo el respaldo de todos los partidos, excepto Podemos.
“Es curioso que después de esta iniciativa los partidos del pacto de las flores se empezaran a inquietar y desmarcarse”, indicó.
El diputado popular denuncia que todo ha sido una escenografía preparada para algo que nunca vería la luz.
La prueba a juicio de Domínguez es que “la declaración de impacto ambiental” se dejó caducar a finales de 2018. Nunca pudo ser publicada (algo preceptivo) en el Boletín Oficial del Estado.
Por esta y otras razones una vez más el Gobierno de Canarias y su presidente en particular, Ángel Víctor Torres “mintió” cuando afirmaba en los medios de comunicación desconocer si esa declaración de impacto había caducado.
El Presidente del Gobierno lo sabía pero lo “encubrió” para no molestar a uno de los defensores de esa infraestructura que no es otro que el líder gomero, Casimiro Curbelo.
Para el PP, la cobardía de Ángel Víctor Torres nos ha llevado a un debate innecesario sencillamente porque Fonsalía nunca estuvo en la hoja de ruta del Ejecutivo. Es un debate ficticio por la connivencia de partidos y cálculos electorales entre algunos líderes, sobre todo del PSOE.
El diputado autonómico reta ahora al Gobierno de Canarias a solucionar el entuerto y se pregunta cómo va a conectar las llamadas islas verdes con Tenerife, que piensan hacer con la alternativa natural, el puerto de Los Cristianos o cómo justificar una inversión como el puerto de Granadilla que para esta conectividad no sirve por mayores daños al medio ambiente y más tiempo de navegación.