Los puestos de socorro están en pésimas condiciones, entre otros.
Los socorristas profesionales reclaman el reconocimiento laboral debido, en detrimento de socorristas voluntarios, por exigencias de formación y medios, infraestructuras adecuadas para ejercer un servicio profesional. Existen también socorristas profesionales, contratados por ayuntamientos, como es el caso del Puerto de la Cruz, la Asociación de salvamento y rescate denuncia y reclaman una mejoría salarial, aparte de que tienen un convenio de hostelería y la propia administración no cumple, como marca la ley con dicho convenio.
Ya que a muchos socorristas llevan, desde hace años sin cobrar bolsas de vacaciones, dobles pagas, 5% de cada uno de los socorristas en sus nominas etc. etc. desde hace años. “Así tenemos que ver como instalaciones decentes, con aumento de medios imprescindible, sumado al número insuficiente de socorristas ya que en muchas de las playas trabaja un socorrista para 1 kilómetro de playa, cuando la ley exige dos por playa ya beses ni eso. Los efectivos citan Playa Jardín y Playa de Martianez, puestos de socorro que están en pésimas condiciones, destacado ejemplo por obtener la bandera Azul, y sin embargo, los locales al uso para el personal del servicio de salvamento y socorrismo, subsisten de manera descuidada y obsoleta que comentan que trabajan bajo mínimos”, explican con indignación la Asociación de salvamento y rescate, perjudicando el servicio al beneficiario. Que por parte de la gerencia del servicio no está cualificado, y no tiene preparación alguna para llevar dicho servicio de salvamento y socorrismo. La empresa pública PAMARSA vinculada al ayuntamiento del Puerto De la Cruz.
La referencia empresarial de Parque Marítimo S.A (PAMARSA,) vincula esta empresa pública a la actividad municipal, en la gestión de múltiples servicios, en el Puerto de la Cruz en Tenerife, desde 1989. Salvamento y Socorrismo, gestionado por PAMARSA, es objeto en estos momentos, de serias críticas por la situación precaria de sus locales de trabajo, siendo un escándalo la vulneración de garantías laborales que padecen, así como el escaso número de socorristas en todo el Archipiélago, denunciado por la Asociación de salvamento y rescate continuamente. PAMARSA tiene un difícil equilibrio político en su consejo de administración, entre el actual alcalde, Lope Afonso (PP). El control de PAMARSA, es un importante pellizco presupuestario del municipio portuense. Incluso, se podría asimilar, presuntamente, a cementerio de ex políticos. Así mismo, fuentes que denuncia la Asociación de salvamento y rescate, arrojan quejas sobre la gestión del actual problemática de seguridad acuática”. Recientemente, desde de la dicha Asociación de salvamento y rescate comenta que este servicio está obsoleto y abandonado por completo por parte de la dirección.
“Sr. alcalde Lope Afonso hablando de PAMARSA no es lo mismo una concesión de cafetería,,,,, que arriesgar la vida de una persona ..y los socorrista tienen que estar al margen de esta organización y que sea llevado al pleno, que el servicio de salvamento y socorrismo tenga una deferencia total fuera de PAMARSA, por lo delicado que es este servicio de salvamento y socorrismo y se cree una comisión con gente cualificada y un concejal responsable y que sea competente para dicha área. Y un jefe de socorrista que sea competente para dicho servicio de salvamento y socorrismo”.
Los propios socorristas, que tienen que pagar su propia formación para estar actualizados en todo momento, ya que la empresa no los forma como marca la ley. También tienen que estar en muchas ocasiones comprando su propio material e herramienta de trabajo, como aletas, silbatos, gafas de protección solar etc., ya que la propia empresa a dejado, desde hace años de prestarles los EPIS correspondientes para cada socorrista.
Las malas condiciones de trabajo en la que se encuentran en muchas ocasiones, los socorristas de estar debajo sentado de bajo de un parasol 8 horas a altas temperaturas, es lamentable de que no tengan torres de vigilancias en condiciones para que puedan cubrirse tanto del sol, como del mal tiempo.
A parte de no tener un bando municipal sancionador, correspondiente para que aquel bañista que se salte la bandera roja o no respete al servicio de salvamento y socorrismo sea sancionado con una multa, leve o grave según la infracción y que los propios socorristas sean los máximos responsables sobre la seguridad en las playas, sean como auxiliares de la Policía Local.
Los socorristas no tienen planes de actuación y protocolo a seguir desde que se saca una víctima del mar hasta que se le traslada a un centro hospitalario, para saber en todo momento lo que tardan en realizar dicho servicio ya que el tiempo es vital. Por parte de la administración no hay implicación por ejemplo de realizar un simulacro de actuación ante emergencias en las playas, ya que cada año se tiene que realizar. También de coordinar dicho servicio
