En los últimos 50 años, el número de leones africanos mermó de 100.000 ejemplares a menos de 25.000, a pesar de que estos animales habitan un área de 4,5 millones de metros cuadrados al sur del Sáhara, lo que representa solo el 22% de su extensión original. El motivo es claro: el crecimiento de la población debido a que los seres humanos se están extendiendo, asentando y cambiando su área de caza, y por esta razón, tanto los leones como otros animales salvajes no tienen más espacio.
De igual modo, hay menos cebras y antílopes, la principal presa de los leones, por lo que carecen de otra opción que la de cazar en granjas de ganado para evitar morir de hambre. Para ello, deben pagar un alto precio; algunos de los leones son disparados ilegalmente o envenenados, y la caza de trofeos es todavía un problema en muchos lugares. Loro Parque es consciente de esta situación y, tal y como refleja un informe de la organización WWF (que indica que el tráfico ilegal de especies salvajes para su comercio internacional se registra en casi el 30% de los espacios ecológicos más protegidos del mundo), la tendencia es “preocupante” y requiere de “acciones para la defensa de estas especies”.
Loro Parque, en defensa de la naturaleza y protección de las especies amenazadas, espera la llegada de tres leones africanos (Panthera leo), dos hembras y un macho, que vivirán en una exhibición de más de 1.000 metros cuadrados que recrea a la perfección su ambiente natural. La instalación de los leones en Loro Parque, con su diseño íntimamente relacionado con la naturaleza, recrea matorrales áridos y sabana cerca del agua, pero con la particularidad del drago, un árbol un árbol emblemático de Tenerife que se distribuirá por el recinto.
Los leones que vendrán a Loro Parque procedentes de Lisboa y de Nesles (Francia) son de la subespecie león de Angola. Principalmente destacan por su rubia e impresionante melena y por un rugido espectacular que demuestra que son los reyes de África. Sin embargo, esta característica juega en su contra dado que por su belleza son víctimas del tráfico ilegal y de la matanza de su especie.
Con la llegada de estos leones africanos, Loro Parque quiere concienciar y poner atención en la complicada situación que viven estos animales en la naturaleza, por lo que cada ejemplar representa a los embajadores de su propia especie.