El Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín también ha efectuado la primera intervención de esta especialidad con el robot Da Vinci.
Este tipo de cirugía permite operar con mayor precisión, disminuir el tiempo de intervención quirúrgica, minimizar el sangrado y favorecer una recuperación más rápida del paciente.
El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, ha realizado con éxito la primera cirugía robótica en cáncer colorrectal, continuando así con la implantación de este tipo de abordaje quirúrgico mediante el robot Da Vinci. Este procedimiento también se ha llevado a cabo también en el Hospital Universitario de Gran Canaria Dr. Negrín.
En este sentido, se efectuaron tres intervenciones, una el 23 de abril en La Candelaria y dos el 24 de abril en el Doctor Negrín, a cargo de los servicios de Cirugía General y Digestiva de ambos centros. Los pacientes ya han sido dados de alta y se recuperan satisfactoriamente, siguiendo los controles médicos oportunos.
La implementación de esta nueva vía de abordaje mediante cirugía robótica supone no solo la ampliación de la cartera de servicios quirúrgicos de los hospitales canarios sino también un paso más hacia la excelencia en la asistencia sanitaria.
Entre las principales ventajas que ofrece el sistema robótico Da Vinci tanto a los pacientes como a los cirujanos destacan la mayor precisión y seguridad en las intervenciones quirúrgicas, menor sangrado durante las operaciones, una recuperación más rápida, así como un menor tiempo de hospitalización.
Segunda fase programa cirugía robótica en La Candelaria
El servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria pone en marcha con el abordaje de un cáncer colorrectal (resección anterior de recto-sigma) la segunda fase del Programa de Cirugía Robótica, iniciado en la especialidad de urología para patologías de próstata.
Según explican los doctores José Gregorio Díaz, subdirector médico del Área Quirúrgica, y Manuel Barrera, jefe del servicio de Cirugía General, “el resultado ha sido satisfactorio, con menor dolor postoperatorio para el paciente y rápida recuperación. Un programa al que se irán sumando nuevas especialidades como ginecología y hepatología, entre otras”.
¿Cómo es un robot Da Vinci?
El robot quirúrgico Da Vinci Xi consta de tres grandes unidades. Por un lado, se encuentra la consola ergonómica del cirujano que es considerada el centro de mando del sistema Da Vinci. Está diseñada para ofrecer comodidad al profesional que maneja los mandos del robot, en contraposición con las posturas que se adoptan en las técnicas laparoscópicas convencionales.
El cirujano se sienta en esta consola desde donde maneja un endoscopio en 3D, dos controladores principales del instrumental quirúrgico con ambas manos, además de pedales con los pies.
Los movimientos que efectúa el profesional en la consola quirúrgica son digitalizados y modificados por el sistema informático del robot capaz de eliminar temblores, facilitando así al cirujano un mayor campo de acción y una intervención precisa durante la operación.
El segundo elemento técnico es el carro quirúrgico, responsable de realizar técnicamente la operación sobre el paciente y cuya función principal consiste en sostener los ‘brazos’ del equipo donde se encuentra instalado el instrumental. En este sentido, el personal de enfermería cumple un papel fundamental, pues ayuda al cirujano que está en la consola con el intercambio de instrumental y de endoscopios, así como en otras tareas en la zona del paciente.
La torre de visión es el último gran componente del robot quirúrgico, en la que se aloja tanto el equipo de visualización como el procesamiento central del sistema.