La Unidad de Cirugía Colorrectal incorpora esta técnica a su cartera de servicios e incrementa así las opciones terapéuticas con la que mejorar la calidad de vida del paciente y reducir el número de episodios de incontinencia fecal, una patología que puede llegar a afectar al 10% de la población.

La neuromodulación de raíces sacras se realiza en quirófano y consiste en la implantación de un dispositivo subcutáneo con el que se envían impulsos eléctricos a la zona sacra para recuperar nuevamente el control del esfínter.

El Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, en Tenerife, adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha incorporado a su cartera de servicios la neuromodulación de raíces sacras para el tratamiento de los problemas de control  intestinal, una disfunción que provoca incontinencia fecal y puede llegar a afectar al 10% de la población, tanto de edad avanzada como en pacientes jóvenes adultos.

Se trata de la implantación subcutánea de un pequeño dispositivo, similar a un marcapasos, que envía impulsos eléctricos al nervio sacro con el objetivo de ‘activar’ de nuevo el control voluntario de los esfínteres y reducir así el número de episodios de incontinencia fecal en los casos más complejos.

Esta técnica mínimamente invasiva se lleva a cabo en quirófano por parte de los especialistas de la Unidad de Cirugía Colorrectal del servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, una vez que el Comité Multidicisplinar de Suelo Pélvico ha seleccionado los casos más complejos y candidatos a este tipo de técnica.

Fases de implantación

Los cirujanos de la Unidad de Cirugía Colorrectal del Hospital de La Candelaria evalúan y testan el buen funcionamiento del neuroestimulador externo. Si se logra una reducción del 50% o más de episodios de incontinencia fecal a las tres semanas de prueba, se procede a la implantación definitiva del dispositivo en el paciente.

Mediante la neuromodulación de las raíces sacras a través de esta nueva técnica se puede llegar a conseguir hasta una mejoría del 70% de los casos, completando así la cartera de prestaciones clínicas y quirúrgicas para el tratamiento óptimo de este colectivo de pacientes.