El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, explica que el área de Genómica del instituto, en coordinación con el Servicio de Microbiología y la Unidad de Investigación del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, han validado ya el procedimiento que no solo reduce los tiempos de la prueba a la mitad, sino que permite menor dependencia de productos de mercados exteriores.
El vicepresidente del Cabildo y consejero del área donde se enmarca la gestión del ITER, pone en valor la “importante aportación del conocimiento de nuestros investigadores que supone una mejora sustancial del trabajo asistencial en los hospitales”.
El presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, a través del Instituto Tecnológico de Energías Renovables (ITER), ha anunciado hoy que investigadores del Área de Genómica del citado centro y del Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, han modificado el método de diagnóstico del Covid-19 para hacerlo más rápido, lo que permite no solo reducir a la mitad el tiempo necesario para obtener el resultado de las pruebas para la detección del virus, sino que además no depende de productos de mercados exteriores.
Las mejoras logradas se manifiestan en la reducción de tiempos y de empleo de fungibles comerciales, evitando a su vez la dependencia del paso más largo y complejo del diagnóstico de la infección, para lo cual se hace uso habitual de sistemas automáticos (robots). El nuevo protocolo diagnóstico del coronavirus SARS-CoV-2, responsable de la COVID-19, requiere aproximadamente la mitad de tiempo que el utilizado hasta ahora. El nuevo protocolo no reemplazará a la prueba estándar. Sin embargo, en una jornada de trabajo podría incrementarse al doble el número de pruebas que puedan realizarse. Además, las mejoras introducidas permiten una notable reducción en la cantidad del material necesario para la realización de estas pruebas, en una situación de mercado, con las fronteras cerradas, donde es complicado proveerse de este tipo de reactivos específicos.
La investigación ha sido realizada en los laboratorios del Complejo Hospitalario Universitario Nuestra Señora de Candelaria, dependiente de la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, que dirige Julio Pérez, y se ha llevado a cabo en coordinación con los profesionales del Servicio de Microbiología y el de la Unidad de Investigación del HUNSC.
El presidente insular destaca el logro del personal del ITER, que desde hace varias semanas se han trasladado a los laboratorios del complejo hospitalario, donde han obtenido este nuevo protocolo que “ya ha sido validado en pruebas diversas para garantizar su fiabilidad y se ha puesto en conocimiento del Servicio Canario de Salud, dependiente del Ejecutivo regional”, lo que permitirá ponerlo a disposición de otros centros hospitalarios.
El vicepresidente del Cabildo y consejero del área a la que se suscribe el ITER, Enrique Arriaga, ha querido felicitar al personal de ambas administraciones y ha asegurado que “debemos poner en valor la importante aportación de conocimiento de nuestros investigadores y lo que supone para el sistema de trabajo este descubrimiento”.
El ITER hizo llegar hace cinco semanas una máquina qPCR (Reacción en Cadena de la Polimerasa, traducido del inglés) de análisis de COVID-19, que ha sido vital para ayudar a descongestionar la obtención de resultados. Además, no solo se ha conseguido reducir de cuatro a dos horas el tiempo para la obtención del diagnóstico, sino también el material necesario (los reactivos) para llevarlas a cabo, con lo que la dependencia de mercados exteriores queda prácticamente eliminada para ese paso.
Los investigadores y los profesionales del servicio de Microbiología del Hospital de La Candelaria explican que las pruebas de coronavirus que se están empleando en la red de hospitales de tercer nivel de la Comunidad Autónoma se realizan en dos pasos. En primer lugar, se realiza la separación del ARN vírico presente en una muestra. En segundo lugar, se mide su presencia y cantidad utilizando la citada técnica de qPCR a tiempo real, conocida como RT-qPCR.
Las mejoras técnicas descritas consiguen eliminar el cuello de botella que supone el empleo de sistemas de automatización para la extracción del ARN vírico, para concentrarse directamente en la realización de la citada técnica de RT-qPCR, que permite obtener resultados en menos de dos horas.