La concejal y senadora, Isabel García, pide que, a través del Ministerio de Cultura, se gestionen los trámites para ser inscrito en la entidad patrimonial más importante del mundo.
La concejal de Relaciones Institucionales y Comunicación del Ayuntamiento de Icod de los Vinos y senadora, Isabel García, insta al Gobierno de la Comunidad Autónoma que gestione, a través del Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, la inclusión del Drago Milenario de Icod de los Vinos como bien susceptible de ser inscrito en la Lista Indicativa del Patrimonio Mundial.
Esta propuesta, que se elevará al pleno de mañana, quiere ponderar y revalorizar el Drago como imagen del patrimonio natural de Canarias y de la antigua y extraordinaria naturaleza de las islas, además de un atractivo turístico y un atributo universal excepcional desde el punto de vista de la ciencia y de la belleza natural.
La concejal y senadora icodense recuerda que en septiembre de 2017, la Comisión de Cultura del Senado hizo una Declaración Institucional mostrando su apoyo a la candidatura del Drago como Patrimonio Mundial. Los requisitos para la inclusión de un determinado bien en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco, se encuentran regulados en la Convención de Patrimonio Mundial (París 1972), y en las Directrices Operativas para su aplicación (última versión de 2012).
La Convención de Patrimonio Mundial tiene como principal objetivo, la protección del patrimonio en un sentido amplio, tanto el de carácter natural como el cultural y dispone de un sistema de salvaguarda denominado Lista de Patrimonio Mundial, que es un listado abierto destinado a la inclusión de aquellos bienes que, por sus características, posean un Valor Universal Excepcional, es decir, una importancia cultural y natural tan extraordinaria que trascienda las fronteras nacionales y cobra importancia para las generaciones presentes y venideras de toda la humanidad. Por tanto, la Lista de Patrimonio Mundial constituye el repertorio de los bienes culturales y naturales más excepcionales del mundo. Las Directrices Operativas para la aplicación de la Convención de Patrimonio Mundial (arts. 120-168) establecen que el requisito previo para iniciar la tramitación de una candidatura a Patrimonio Mundial es que el bien esté incluido en la denominada Lista Indicativa, que es un inventario de los bienes situados en el territorio de cada Estado, considerados aptos para ser inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial.
En España la elaboración de la Lista Indicativa se realiza de acuerdo a un procedimiento que contempla lo siguiente: Que cada Comunidad Autónoma selecciona los bienes de su territorio susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial en el futuro. Esta selección se presenta al Grupo de Trabajo I de Patrimonio Mundial, creado en el año 2010 e integrado por representantes del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y de las áreas de patrimonio de las Comunidades Autónomas. En él, se aborda, desde un punto de vista técnico, el estudio de la Lista Indicativa española para obtener los mejores resultados por medio de propuestas de calidad. La Comunidad Autónoma presenta al Consejo de Patrimonio Histórico el bien de su territorio que desea que se incorpore a la Lista Indicativa, con el informe técnico del Grupo de Trabajo.
El Pleno del Consejo de Patrimonio Histórico aprueba las candidaturas a incluir en la Lista Indicativa Española. Por último, el Consejo de Patrimonio Histórico (previo análisis del Grupo de Trabajo) es el organismo encargado de seleccionar las candidaturas oficiales que el Estado español presenta cada año para su declaración como Patrimonio Mundial.
Isabel García destaca “la vinculación y la importancia del Drago como ejemplo representativo de la tradición cultural nativa guanche. Se trata de un espécimen único de un paisaje vegetal que ha ilustrado períodos significativos de la historia humana y elemento fundamental de asentamiento humano”. En esta línea, recuerda que, en su entorno, se construyó una ermita advocación a San Marcos, y las primeras viviendas del incipiente municipio de Icod de los Vinos. Está material y espiritualmente asociado con acontecimientos, tradiciones vivas, ideas, mitos y creencias; tiene la protección jurídica, administrativa y científica que garantiza y aseguran su conservación en el espacio y el tiempo, y es seña de identidad socio-cultural canaria, estando presente en la heráldica y toponimias del archipiélago”.