Los Bomberos de Tenerife denuncian la falta de personal, el elevado tiempo de respuesta para iniciar el rescate, escasez de medios materiales de alta montaña y carencias formativas.
El comité de huelga y la Junta de Personal de bomberos de Tenerife alertan de que el rescate que han tenido que realizar esta semana a raíz de una avería en el teleférico de El Teide, ha sacado a relucir todas las carencias y anomalías que vienen denunciando en el servicio público que presta el Consorcio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento de la Isla de Tenerife. “Como de costumbre, esa operación de evacuación y rescate de 275 personas que se ha realizado de forma conjunta con otros cuerpos de seguridad y emergencias, en lo que respecta a bomberos, se ha resuelto satisfactoriamente gracias al esfuerzo y el empeño de la plantilla, pero con numerosas carencias que han llegado a comprometer tanto la seguridad de las personas evacuadas, como la de los propios bomberos”.
Desde este Comité y esta Junta detallan que la escasez de bomberos de guardia en la Isla, “obligó a activar al resto de los bomberos que integran la plantilla de este consorcio, incluso a los que habían trabajado el día anterior o debían hacerlo al día siguiente, con lo que muchos han tenido que hacer guardia en turnos seguidos”. Y aclaran que estos trabajadores no discuten la realización de trabajo extra por causas de fuerza mayor, como en esta ocasión, y que muchos, de hecho, se hubieran ofrecido voluntariamente a colaborar aunque estuvieran librando. “Pero que todos los bomberos hayan tenido que ir a trabajar obligatoriamente, sin respetar las libranzas ni el descanso de muchos de ellos, repercute negativamente en la calidad de su trabajo, sobre todo teniendo en cuenta que muchos han tenido que trabajar hasta 36 horas seguidas y no solo en ese rescate, sino en todos los incidentes producidos en el resto de la Isla”.
Por otro lado, reiteran que todo el entorno de Las Cañadas “es un punto débil en el mapa insular de rescate y salvamento, ya que el acceso a la falda del volcán de El Teide está a una hora de distancia de los parques de bomberos ubicados tanto en el Norte como en el Sur de la Isla”. A lo largo del año, agregan, realizan numerosos servicios de rescate y salvamento en esa zona de alta montaña donde es habitual que muchas personas se pierdan o sufran lesiones mientras pasean o practican deporte en zonas de difícil acceso. Recuerdan que ante la gravedad de esa vulnerabilidad, el anterior presidente del Consorcio, Tino Guzmán, anunció que se iba a crear una dotación de bomberos con base fija en Las Cañadas. “Sin embargo, a pesar de ser cotidianos los servicios en la zona, sigue sin hacerse nada para aminorar el tiempo de respuesta de bomberos en ella misma, y al mismo tiempo, para evitar que el resto de la isla quede mal cubierta cada vez que tiene que desplazarse una dotación a la parte más alta de Tenerife”.
En el caso de las personas que han quedado atrapadas en las cabinas del teleférico o incomunicadas en lo alto de El Teide, “es obvio que no hubiera sido lo mismo que los bomberos hubieran podido empezar las labores de evacuación y rescate en cuestión de minutos, que, como ha ocurrido, al menos una hora después de que se produjera la avería y se pidiera ayuda”. “En caso de que esa zona hubiera estado bien cubierta, habrían tenido que pasar la noche en la cumbre menos personas”, aseguran.
Asimismo, hacen hincapié en que este incidente ha puesto de manifiesto las debilidades formativas del servicio insular de bomberos ya que solamente unos pocos bomberos han tenido la oportunidad de realizar un curso formativo de evacuación en el propio teleférico.
Como agravante, apuntan al problema del escaso equipamiento, de ropa y material de rescate e iluminación que se han encontrado los bomberos. “El trabajo de rescate en zonas de alta montaña necesita una ropa y unos medios muy específicos que para nada tienen que ver con los que se usan, por ejemplo, para la extinción de incendios; sin embargo, el Consorcio dispone de escaso equipamiento de ese tipo”. En el único parque de bomberos de la zona Sur, por ejemplo, “hay solo cuatro equipos de alta montaña, con lo que si una dotación reemplaza a otra, algo habitual para evitar extenuación del personal o por rescates sucesivos, tienen que intercambiarse el material y usar la misma ropa, haya o no coincidencia de tallas y con la consiguiente falta de higiene”.