Se han llevado a cabo dos intervenciones de cáncer de próstata y progresivamente pasará a emplearse en otras especialidades.
Se ha contado con la participación del Dr Antonio Alcaraz, jefe del servicio del Hospital Clinic de Barcelona y pionero en el uso de técnicas de cirugía laparoscópica y robótica.
Las ventajas de esta técnica son el alto grado de precisión, una cirugía menos invasiva y la reducción del tiempo de hospitalización.
El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha llevado a cabo las primeras intervenciones quirúrgicas en Canarias con el robot Da Vinci, un sistema quirúrgico de cirugía robótica de tecnología de última generación. Se trata de dos intervenciones de cáncer de próstata (prostatectomía radical) realizada por el servicio de Urología. Las ventajas de este tipo de cirugía son el alto grado de precisión, una cirugía menos invasiva y la reducción del tiempo de hospitalización.
El equipo de profesionales que han participado en estas dos primeras intervenciones realizadas con el Da Vinci, el jefe de Urología, Tomás Concepción, la úrologa Ana Plata, la anestesista Kenia Martínez, las enfermeras de quirófano Ana Haro, Flor Sánchez y Emilia Ruíz y el auxiliar Juan Luis Gutiérrez, han contado con la participación del Dr Antonio Alcaraz, jefe del servicio del Hospital Clinic de Barcelona, catedrático de Urología de la Universidad de Barcelona y pionero en el uso de técnicas de cirugía laparoscópica y robótica.
El robot quirúrgico Da Vinci permite realizar incisiones y cicatrices más pequeñas, lo que ocasiona menos dolor y mayor comodidad para el paciente, requiere un menor uso de anestesia y las pérdidas de sangre son menores. El tiempo de recuperación y postoperatorio se reduce con estancias hospitalarias más cortas, lo que permite una gestión más ágil de las camas de hospitalización.
Se trata de un asistente robótico con cuatro brazos que transmite los movimientos que realizan los cirujanos a través de una consola en la que también cuentan con una visión de 3 D del interior del paciente. El cirujano controla el brazo robótico que ofrece una capacidad de giro de 360º, imposible de alcanzar para la mano humana.
El robot Da Vinci se compone de tres elementos: consola quirúrgica, unidad de control y torre de visión. La consola es el lugar en el que el cirujano dirige la intervención controlando la fibra óptica y los instrumentos mediante manipuladores y pedales. La unidad de control es el lugar donde se posiciona al paciente y cuenta con cuatro brazos móviles e intercambiables. Y la torre de visión es la unidad central de elaboración y procesamiento de la imagen. La mesa quirúrgica está sincronizada con el robot.
El Dr Tomás Concepción, jefe de Urología del HUC, destacó la precisión del trabajo que permite mejorar los resultados quirúrgicos, especialmente en lo que se refiere a recuperación del paciente. “Hablamos del sangrado y de la necesidad de analgésicos” que remarcó que se reducen considerablemente gracias a esta técnica. Añadió que las especialidades que más se van a beneficiar en un principio van a ser Urología, Ginecología, Cirugía Digestiva y Cirugía General, Torácica, Maxilofacial y Otorrinolaringología. Entre otros motivos, porque “permite llegar a espacios muy reducidos con incisiones más pequeñas”.
Señaló que los dos pacientes evolucionan favorablemente y que las intervenciones realizadas con el Da Vinci destacan “por su alta precisión y efectividad”. El servicio de Urología tiene programadas varias intervenciones con cirugía robótica en los próximos días y en unas semanas será el servicio de Ginecología quien haga uso de esta nueva tecnología.
Programa formativo
La puesta en marcha de la cirugía robótica requiere de un programa que contempla un calendario formativo de todos los especialistas que trabajan con esta nueva tecnología. Se trata de un programa complejo y supervisado que debe superar unos requisitos de calidad.
Los profesionales deben de realizar un curso on line, una formación presencial en el propio centro de trabajo así como una formación en uno de los centros europeo designado con alta experencia con robótica con la tutela de un “protor” o menor que posteriormente visita el hospital para llevar a cabo una certificación para realizar este tipo de cirugía.
El Robot Da Vinci, que ha supuesto una inversión de 2,17 millones de euros, fue adquirido por el Servicio Canario de la Salud dentro de las Invesiones financieramente sostenibles.