Se han llevado a cabo dos histerectomías por proceso oncológico, las dos pacientes evolucionan favorablemente.
El centro hospitalario ha realizado ya ocho intervenciones de cáncer de próstata con cirugía robótica.
Las ventajas de esta técnica son el alto grado de precisión, una cirugía menos invasiva y la reducción del tiempo de hospitalización.
El Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, ha realizado las primeras intervenciones de Ginecología con el robot Da Vinci, sistema quirúrgico de cirugía robótica de tecnología de última generación. Se trata de dos histerectomías (extirpación de útero total o parcial) con doble anexectomía (extirpación de los ovarios y trompas). El centro hospitalario ha realizado ya ocho intervenciones de cáncer de próstata con cirugía robótica. Las ventajas de este tipo de cirugía son el alto grado de precisión, una cirugía menos invasiva y la reducción del tiempo de hospitalización.
Los doctores José Luis Trujillo y Miguel Carrancho, ginecólogos que realizaron las intervenciones, acompañados del Dr. Jordi Ponce jefe de servicio del Hospital de Bellvitge y experto en cirugía robótica desde hace diez años, destacaron que “la cirugía discurrió dentro de la normalidad y que las dos pacientes evolucionan favorablemente”. Asi mismo destacaron la precisión del trabajo que permite mejorar los resultados quirúrgicos, especialmente en lo que se refiere a la recuperación del paciente, así como la posibilidad de abordar cirugías de mayor complejidad con mayor seguridad, precisión y radicalidad cuando el caso lo requiere.
El servicio de Ginecología irá incorporando otras patologías complejas subsidiarias de cirugía robótica tales como las linfadenectomías pélvicas y paraaórticas, la endometriosis severa, cirugía de suelo pélvico como la sacrocolpopexia e histeropexia.
El robot quirúrgico Da Vinci permite realizar incisiones y cicatrices más pequeñas, lo que ocasiona menos dolor y mayor comodidad para el paciente, requiere un menor uso de anestesia y las pérdidas de sangre son menores. El tiempo de recuperación y postoperatorio se reduce con estancias hospitalarias más cortas, lo que permite una gestión más ágil de las camas de hospitalización.
Se trata de un asistente robótico con cuatro brazos que transmite los movimientos que realizan los cirujanos a través de una consola en la que también cuentan con una visión de 3 D del interior del paciente. El cirujano controla los brazos robóticos, a los cuales se fijan un instrumental especifico que ofrece una capacidad de giro de 360º, imposible de alcanzar para la mano humana.
El robot Da Vinci se compone de tres elementos: consola quirúrgica, unidad de control y torre de visión. La consola es el lugar en el que el cirujano dirige la intervención controlando la óptica (que permite visualizar el interior de la cavidad abdominopélvica de la paciente) y los instrumentos mediante manipuladores manuales y pedales. La unidad de control es el lugar donde se posiciona al paciente y cuenta con cuatro brazos móviles e intercambiables. Y la torre de visión que es la unidad central de elaboración y procesamiento de la imagen y energía. La mesa quirúrgica está sincronizada con el robot.
Las especialidades que más se van a beneficiar en un principio van a ser Urología, Ginecología, Cirugía Digestiva y Cirugía General, Torácica, Maxilofacial y Otorrinolaringología.
Programa formativo
La puesta en marcha de la cirugía robótica requiere de un programa que contempla un calendario formativo de todos los especialistas que trabajan con esta nueva tecnología. Se trata de un programa complejo y supervisado que debe superar unos requisitos de calidad.
Los profesionales deben de realizar un curso on line, una formación presencial en el propio centro de trabajo así como una formación en uno de los centros europeo designado con alta experiencia en cirugía robótica con la tutela de un “protor” y que posteriormente visita el hospital para llevar a cabo una certificación para realizar este tipo de cirugía.
El Robot Da Vinci, que ha supuesto una inversión de 2,17 millones de euros, fue adquirido por el Servicio Canario de la Salud dentro de las Inversiones financieramente sostenibles.