Tras haber producido las primeras veinte, la intención de los cinco miembros del departamento de robótica del ITER inmersos en esta iniciativa es alcanzar las 40 diarias.
Utilizan cuatro impresoras 3D de la empresa dependiente de la insitución insular y tres personales con las que también podrían fabricar, de ser necesario, piezas de respiradores.
Personal del departamento de robótica del Instituto Tecnológico de Energías Renovables, dependiente del Cabildo de Tenerife, han fabricado veinte viseras para portar pantallas de protección con objeto de ser utilizadas por personal sanitario durante la situación de crisis derivada del coronavirus.
Constituidos en un equipo de trabajo, utilizando cuatro impresoras 3D del ITER y tres personales que estos trabajadores tenían en casa, se pusieron manos a la obra. Siguiendo las directrices del modelo más aceptado por los expertos sanitarios para ser fabricado de esta manera, día de hoy -jueves, 26 de marzo- han impreso un total de veinte estructuras, aunque están convencidos de que podrán fabricar un total de 40 diarias entre todos.
Las piezas en cuestión se crean con filamento -hilo de plástico necesario para imprimir en 3D- que han debido adquirir de manera urgente para fabricarlas. El siguiente paso será la recogida organizada de las mismas en los domicilios de sus fabricantes, para, posteriormente, introducir la lámina de acetato y las gomas necesarias. Finalmente, las pantallas completas serán entregadas regularmente, y según se vayan produciendo y recogiendo, en los centros hospitalarios de la isla.
Piezas de respiradores
El grupo de trabajo, del que también forman parte miembros de los departamentos de electrónica, informática y energías renovables, ha identificado, también, algunas piezas de respiradores que podrían fabricar con las impresoras. De ser necesario, comenzarán a producirlas en base al prototipo que actualmente está siendo más aceptado en España, en cuanto les sea indicado por las autoridades sanitarias.
Cabe destacar que el trabajo de este equipo comenzó de manera altruista, y con el apoyo de la propia empresa, dependiente del Cabildo de Tenerife. Estas personas entraron a formar parte de grupos conocidos como Coronavirus Makers, en los que detectaron cuál podría ser su labor para ayudar a la sociedad ante esta pandemia. Habida cuenta de las indicaciones del Estado y de la institución insular para trabajar desde casa, la fabricación pantallas estimaron que era la labor más accesible y necesaria.
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