La Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife cierra un año 2018 cerca de los emprendedores y empresarios de la provincia.
*Santiago Sesé. Presidente
De la misma manera en que la economía de Canarias ha dejado atrás los peores momentos de su historia reciente y encadena varios años de crecimiento, también la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife se encuentra en proceso de consolidar su recuperación tras un periodo de turbulencias. Ahora es clave que el Parlamento de Canarias apruebe en esta legislatura la Ley de Cámaras Canarias, un texto con fuerza de ley que facilite cumplir con los servicios que ofrece, ya que la incertidumbre no es buena compañera, y menos aun cuando se tiene la responsabilidad de dar soporte y acompañamiento a pymes y autónomos, que conforman la inmensa mayoría de nuestro tejido empresarial.
Un somero balance de las actuaciones acometidas durante este año 2018 que finaliza nos da una idea de la magnitud de la función que cumple la Cámara de Comercio en todas y cada una de las islas de nuestra provincia.
En el ámbito de la formación, este este año se han ofrecido algo más de 40 acciones de pago. Casi 670 personas se han beneficiado de esta actividad, adquiriendo o mejorando conocimientos en áreas como Dirección Empresarial, Recursos Humanos, Marketing Digital, Contabilidad y Finanzas, Restauración o Seguridad Alimentaria. Las materias impartidas, la adecuación del horario y la calidad de los ponentes han sido altamente valoradas por los participantes.
Dentro del Programa Integral de cualificación y empleo (PICE), enmarcado en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, nuestra Cámara ha desarrollado el plan de capacitación mediante el que más de 3.000 jóvenes han llevado a cabo un itinerario formativo con el que han adquirido habilidades y destrezas que les facilitan insertarse en el mercado de trabajo, un proceso en el que han contado con la colaboración de las empresas.
Asimismo, hemos estado atentos a los retos que suponen las novedades legislativas, caso de la nueva Ley de Contratos del Sector Público. Unas jornadas informativas sobre esta norma y un servicio de atención al cliente gratuito para un uso correcto de la plataforma de contratación son algunas de las herramientas que hemos puesto a disposición de los usuarios.
El Servicio de Creación de Empresas ha asesorado a más de 3.700 usuarios. A la mayoría de ellos se les ha proporcionado información sobre los trámites generales y específicos para emprender y sobre subvenciones, ayudas o líneas de financiación vigentes en cada momento. Además, se ha ayudado a 284 empresarios a cumplimentar la documentación necesaria para solicitar las subvenciones al empleo autónomo del Gobierno de Canarias, así como la elaboración de 160 planes de viabilidad económica.
Sin salir de la promoción del emprendimiento, este año se han impartido 325 horas de formación y motivación a estudiantes de Secundaria y Bachillerato y cursos sobre fiscalidad, financiación, marketing o redes sociales, entre otras materias, a alumnos de Formación Profesional y emprendedores. También se ha prestado una especial importancia al emprendimiento femenino. El asesoramiento facilitado a 180 mujeres dentro del Programa de Apoyo Empresarial a las Mujeres se ha traducido en 30 altas de actividad en los últimos seis meses.
El Punto de Atención al Emprendedor-Ventanilla Única Empresarial, que se gestiona con el apoyo del Gobierno de Canarias, el Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Santa Cruz, ha facilitado la creación, a través de medios telemáticos, de 1.329 empresas en la provincia, un 20% más que en 2017. Prácticamente la mitad de estos nuevos negocios están pilotados por mujeres, un colectivo que gana cada vez más presencia en nuestro tejido empresarial.
Por su parte, la Red Insular PAE-VUE ha permitido que se inicien 105 nuevos proyectos empresariales en las islas no capitalinas (72 en La Palma, 22 en La Gomera y 11 en El Hierro), un 91% más que el año anterior. Destaca, en este sentido, el impulso que han recibido El Hierro y La Gomera tras la reapertura de las delegaciones en ambas islas. En cuanto a los empresarios participantes en el programa de tutorización Nueva Empresa, han sido 849 en la primera fase, el triple que en 2017.
La proyección al exterior se ha convertido casi en una obligación para muchas de nuestras empresas. Para ayudarlas a dar ese difícil paso, en 2018 se han diseñado y llevado a cabo diez planes internacionales de promoción orientados a otros tantos países, africanos, europeos, americanos y asiáticos, al tiempo que se ha ofrecido asesoramiento para que nuestras empresas puedan acudir con garantías a procesos de licitación internacionales.
En el campo del fomento de la innovación y la modernización, se completó una nueva edición del programa de aceleración Olimpo Boxes, en el que, desde que se puso en marcha, han participado más de 50 proyectos que acumulan una inversión cercana al millón de euros. En breve se inicia una nueva iniciativa, BOXLAB 4.0, la primera aceleradora española orientada a los productos tangibles.
También en este terreno, se siguen prestando los servicios de la Red CIDE, con el objetivo de incrementar la competitividad de las pequeñas y medianas empresas potenciando sus aptitudes y actitudes innovadoras, y hemos llevado a cabo diversas jornadas y talleres de transformación digital. Además, se ha mejorado nuestra web corporativa para que sea más intuitiva, amigable y funcional.
Al margen del trabajo que ejecuta en todas estas áreas, la Cámara no ha dejado de ejercer otro papel: el de pronunciarse en todos aquellos asuntos decisivos para el desarrollo y el progreso de la Comunidad Autónoma. Al contrario: ha intensificado su presencia en foros empresariales y económicos y ha expuesto ante las instituciones y los actores públicos su visión sobre las prioridades que deben guiar las políticas económicas y los riesgos a los que nos enfrentamos.
En este sentido, desde la Cámara se ha saludado como una excelente noticia la reciente modificación del Estatuto de Autonomía de Canarias, en especial por la desvinculación del Régimen Económico y Fiscal del sistema de financiación autonómica. Por su parte, la revisión del REF incluye medidas que, de desarrollarse en toda su plenitud, permitirán a nuestra economía dar un salto cualitativo. Pero para ello es imprescindible que las administraciones y las fuerzas políticas acometan un esfuerzo conjunto, extremen su coordinación y pongan el desarrollo del Archipiélago por encima de cualquier otra consideración.
Ese empeño y esa coordinación serán todavía más necesarios en un contexto que, como el que se avecina, parece caracterizarse por una cierta desaceleración. Seguiremos creciendo, pero todo indica que a menor ritmo. Los vientos de cola que nos han impulsado durante los últimos años soplan con menos fuerza. Ahora nos toca empujar a nosotros. En una situación así se hace urgente poner en marcha un conjunto de reformas estructurales que la Cámara no ha dejado de reclamar: más y mejor formación; una estructura administrativa que facilite los proyectos de inversión y no los entorpezca ni ralentice; eficacia en la lucha contra la economía sumergida; agilizar la introducción del gas natural y el avance de las energías renovables; fortalecer nuestro comercio mediante medidas que incentiven el consumo de los turistas; reducir los inaceptables niveles de paro estructural…
Las infraestructuras constituyen un capítulo aparte en esta serie de medidas inaplazables, especialmente en la isla de Tenerife. Nos mantenemos al lado del Cabildo en la reivindicación de una nueva terminal para el aeropuerto Tenerife Sur, una terminal digna y adecuada a la importancia de esta instalación y la categoría de la Isla como destino turístico. Demandamos la ejecución del puerto en Fonsalía, una infraestructura estratégica por la que hace demasiado tiempo que esperamos. Y, por supuesto, pedimos soluciones a los problemas de movilidad en Tenerife, que no solo enervan a los ciudadanos que cada día se desplazan al área metropolitana, sino que también causan perjuicios a nuestras empresas.
Nos encontramos en un momento clave para afianzar la recuperación económica e incluso para ir más allá y dirigirnos hacia una economía más moderna, sostenible y resistente ante las posibles adversidades que se presenten en el entorno económico nacional o global. Conseguirlo es labor de todos; también de nuestra Cámara.