La consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife y presidenta del Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), Marián Franquet destaca el objetivo de “enfocar las políticas de mayores hacia los derechos y no al asistencialismo, hacia un modelo centrado en las personas, con una coordinación institucional para que las estrategias sean realmente eficaces”.
La consejera de Acción Social del Cabildo de Tenerife y presidenta del Instituto Insular de Atención Social y Sociosanitaria (IASS), Marián Franquet, presentó hoy las acciones insulares destinadas a combatir el aislamiento de las personas mayores, atender sus diversas necesidades y propiciar su plena participación social, cuyo objetivo final es contar con una estrategia integral de actuación que dé respuesta a los distintos requerimientos de las personas para afrontar con calidad de vida sus procesos de envejecimiento.
Marián Franquet partió del diagnóstico encargado por el Cabildo a la Universidad de La Laguna para conocer algunas cuestiones relativas a la población mayor de 65 años en la isla, que asciende a 148.632 personas, con una distribución por sexos de 83.716 mujeres, el 56%, y 65.456 hombres, el 44%. Entre las conclusiones del estudio, destacó “lo extremadamente diversa que es la población mayor, que la mayor parte de ella es autónoma y que es necesario atender al principio de participación social en todas las actuaciones dirigidas a estas personas, algo que vamos a desarrollar de manera muy importante este año”.
La tasa de vejez de la isla es de un 16% y la distribución por municipios es muy desigual, con un 24,7% en Los Silos, por ejemplo, y un 10,1% en Adeje. “Todos estos datos van a ser de mucha utilidad en el diseño de las estrategias a seguir y nos ayudarán a enfocar las políticas de mayores hacia los derechos y no al asistencialismo, un modelo centrado en las personas, con una coordinación institucional para que las políticas de mayores sean realmente eficaces”.
La presidenta provincial de Cruz Roja, Mayte Pociello, presentó las principales características del programa Tenerife Cuida, que la entidad y el Cabildo han puesto en marcha con el objetivo de combatir la brecha digital entre las personas mayores de la isla, prepararlas para un posible aislamiento, fortaleciendo su estado físico y psicológico y mejorar su conectividad para favorecer su comunicación con el exterior.
Mayte Pociello destacó la importancia de este proyecto y “la necesidad de que las personas mayores adquieran competencias digitales y estén al día de lo que ocurre a su alrededor, algo que se puso de manifiesto de manera muy especial durante el confinamiento, cuando pudimos comprobar que las personas mayores que viven solas lo pasaron muy mal”.
La presidenta provincial de Cruz Roja explicó que con Tenerife Cuida se quiere llegar a 430 personas mayores de 65 años que vivan solas y que no dispongan de algún dispositivo TIC (Tablet, Smartphone) y que tengan una óptima capacidad cognitiva para proporcionarles formación en el uso de móvil y Tablet, estimulación cognitiva y actividades físico-deportivas y de salud. Además de los profesionales que trabajan en el proyecto, se ha formado a 58 personas voluntarias de la entidad para llegar a toda la isla.
Proceso participativo único en la isla
Por su parte el consejero delegado de Participación Ciudadana y Diversidad, Nauzet Gugliotta, dio los detalles del proceso participativo que emprenderá el Cabildo, “el primero de esta magnitud que se lleva a cabo en la isla de Tenerife, con el que estamos abriendo una puerta a un cambio de modelo en la acción social y la participación social. Un proceso ambicioso a la hora de entender cómo debemos ejecutar las políticas públicas en la relación con la ciudadanía”.
El consejero explicó que el proceso participativo que cuenta con un presupuesto de 200.000 euros, va a determinar la elaboración de una estrategia integral que marque el camino a seguir en los objetivos y acciones con las personas mayores de la isla para planificar y para optimizar las oportunidades de salud, participación y seguridad, con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.
Para ello, se han establecido diez fundamentos imprescindibles, que son la defensa de los derechos de las personas mayores; la autonomía en la toma de decisiones; la prevención en general; el papel protagonista de los ayuntamientos; el equilibrio territorial; la colaboración entre administraciones; la transversalidad en el Cabildo; la participación en sentido amplio; el feminismo; y la diversidad. Nauzet Gugliotta señaló que en este proceso participativo van a implicarse personas mayores, estén o no asociadas, administraciones públicas, entidades del tercer sector y agentes sociales de la isla, a través de más de cien talleres por toda la isla.
Por último, Marián Franquet se refirió al servicio insular de atención a personas mayores para atender en sus hogares a quienes residen en zonas rurales aisladas o menos pobladas y proporcionales una asistencia a la que no tienen acceso. Para ello, según dijo, se ha previsto una partida de 1,5 millones de euros, y añadió que será necesaria la coordinación entre administraciones y entidades de manera que la atención sea completa y abarque todos los aspectos de la vida cotidiana.
Para llevar a cabo este programa, que se licitará en breve plazo, se contará con equipos interdisciplinares, integrados por personas especializadas en trabajo social, psicopedagogía y terapia ocupacional, además de en logopedia, podología, especialistas en alimentación, dietética y nutrición, auxiliares de geriatría y auxiliares de cuidados personales, entre otros. Entre los requisitos para participar en este programa, figuran tener más de 70 años, vivir solo o sola o convivir con otras personas dependientes en situación de fragilidad social.
Cada persona que se beneficie de este servicio integral tendrá un plan de atención individualizada que incluirá información y asesoramiento especializado sobre temas sociales, ayudas y recursos, apoyo para la gestión documental y enlace con los servicios sociales y sanitarios. También, y en función de las necesidades, se contará con servicios de logopedia, cuidado personal, como podología o peluquería; servicios para la permanencia en el hogar, con lavado de ropa, alimentación saludable en almuerzos y cenas o mantenimiento de la vivienda a través de arreglos y reparación de pequeñas averías en instalaciones eléctricas, de agua, gas, etc.