El Cabildo de Tenerife dentro de su Estrategia Tenerife 2030, pone en marcha a través del servicio de Educación, la Escuela Coral de Tenerife, que tendrá su sede en el Auditorio de Tenerife. Con este nuevo proyecto formativo, el Cabildo quiere potenciar la formación en canto y música entre los más jóvenes de la Isla, pero también, aprovechar esta herramienta como estímulo para las habilidades personales de los alumnos. Al acto de presentación asisten el director insular de Cultura, Educación y Unidades Artísticas, José Luis Rivero y la coordinadora de la Escuela Coral, Roxana Schmunk.
José Luis Rivero explica que os resultados positivos reflejados en el coro juvenil, hicieron que desde el área de Educación del Cabildo “se planteara comenzar a trabajar con las buenas voces que hay en la Isla. Desde la sede del Auditorio de Tenerife, dentro de la Estrategia Tenerife 2030 y como parte integrante del Plan Estratégico de Artes Escénicas y de la Música que hemos elaborado desde el año pasado con los integrantes del sector, una de las demandas era la posibilidad de trabajo en materia coral dentro de las escuelas por un lado, pero también, con la ciudadanía”. Para el director insular de Cultura y Educación, “es prioritario iniciar el trabajo bajo esta perspectiva, con un concepto más amplio y dirigido a todos los ciudadanos divididos en grupos diferentes, organizados por edades”.
Serán cinco grupos diferentes con edades comprendidas entre los 6 y los 25 años. Serán formados por profesionales célebres internacionales en diferentes niveles: música, técnica vocal, expresión corporal y puesta en escena. Además, se proporcionará un amplio repertorio musical con contenido popular, tradicional, de jazz, gospel, barroco, ópera, litúrgico y contemporáneo.
Para la coordinadora de la Escuela Coral de Tenerife, Roxana Schmunk, “dentro de esta propuesta educativa no formal pretendemos sumar, para conseguir entre todos una gran energía coral. Queremos movilizar a mucha gente que, cuando respire al mismo tiempo y aúne su ritmo cardiaco, se convierta en mejor persona. Vemos el canto como una herramienta de transformación social y pretendemos hacer una base para nutrir los excelentes coros de la isla. Nuestra gran vocación es pedagógica, y queremos ayudar a despertar vocaciones”.
Para llevar a cabo estos propósitos Roxana Schmunk estará rodeada de profesores muy experimentados, como Beatriz Ramos, Agustín Curbelo, Carlos Castañeda y José Herrero. “En las audiciones vamos a pensar principalmente en lo que podemos descubrir de estas voces”, aclaró.
Esta formación introducirá a los niños y jóvenes de Tenerife en el mundo de la voz, un instrumento que aporta numerosos beneficios en el desarrollo físico, social y emocional. Los grupos se dividirán de la siguiente manera: dos coros infantiles, el primero con niños de 6 a 8 años y el segundo con edades comprendidas entre los 9 y los 12. En el coro prejuvenil con niños de 13 a 15 años, los alumnos se adentrarán en un repertorio de mayor complejidad y dificultad.
En el coro juvenil formado por jóvenes de 16 a 22 años, los alumnos continuarán con el aprendizaje, pero su evolución, dentro del repertorio coral, será más compleja. Igual que en el nivel anterior, además de acceder mediante promoción interna, se podrá llegar por audición de canto. El coro juvenil senior formado por alumnos de 23 a 25 años, tendrá el nivel más alto dentro de la escuela coral. Una vez finalizado este nivel, los jóvenes estarán preparados para introducirse en la actividad coral profesional de la Isla.
Las inscripciones pueden hacerse a través de los formularios habilitados en la web de Auditorio de Tenerife (www.auditoriodetenerife.com) y las audiciones serán los próximos días 23, 24 y 25 de octubre. El criterio de selección lo establecerá la prueba de voz y los conocimientos en lenguaje musical que demuestren los candidatos en la audición, ante un grupo de profesionales.
La metodología utilizada será la de Inmersión Artística, basada en el aprendizaje por retos y proyectos. Estas enseñanzas no sustituyen la formación reglada del conservatorio, y enfocan principalmente dos puntos: el participativo y el empoderador para generar confianza y fomentar cambios positivos en el entorno en el que viven los alumnos. Otra de las características es la versatilidad en los grupos con los que se trabaja, para avanzar de acuerdo a las posibilidades y habilidades de la totalidad del grupo y progresar de manera conjunta.
