El barrio sureño de Guargacho se ha convertido en el epicentro de un torbellino de violencia este fin de semana, dejando a sus residentes en estado de alarma. Un hombre de origen subsahariano, protagonista de una serie de incidentes que han conmocionado a la comunidad, se encuentra ahora bajo evaluación psiquiátrica tras una espiral de agresión, venganza y al menos dos intervenciones policiales.

Según fuentes consultadas, el detonante de la crisis se gestó durante varios días en la calle Norte de la citada localidad aronera, motivado por un presunto caso de “acoso” a varias mujeres del barrio. La tensión, palpable para los vecinos, estalló el pasado sábado (7). Testigos presenciales relatan cómo una discusión verbal entre el sujeto en cuestión y una mujer del núcleo tinerfeño escaló rápidamente a una brutal agresión física, en la que el individuo la “abofeteó”, derribándola al suelo en plena vía pública, lo que provocó una indignación generalizada.

La respuesta no se hizo esperar. Un residente vecino del barrio que presenció el ataque intervino de inmediato, propinándose un intercambio de golpes con el presunto agresor en un intento de contenerlo. Este acto de defensa a la mujer desató una respuesta colectiva cuando, en un punto del enfrentamiento, el sujeto subsahariano cayó al suelo; entonces, el grupo de vecinos, hombres y mujeres, se unieron para reducir al supuesto agresor a patadas y puñetazos, mientras otros intentaban infructuosamente calmar los ánimos en la calle, hasta que el sujeto logró escapar.

Según las fuentes consultadas, poco después del altercado, los agentes lo detuvieron. Sin embargo, la aparente calma fue engañosamente efímera. El día lunes, el individuo regresó a las calles de Guargacho y, en un acto de flagrante represalia, se dirigió al vehículo de uno de sus supuestos agresores.

Armado con una herramienta casera similar a una mancuerna, causó destrozos en un Volkswagen Golf estacionado, rompiendo varias ventanillas y profiriendo amenazas verbales que solo aumentaron la zozobra entre los residentes.

La Policía Local de Arona y la Guardia Civil fue movilizada tras recibir múltiples llamadas alertando sobre el ataque al vehículo. Al presentarse en el domicilio del hombre de 33 años, ubicado en el mismo barrio, los agentes se encontraron con un individuo desafiante y reacio a colaborar. El presunto agresor llegó a retar a los policías a entrar sin orden judicial y los insultó durante toda la intervención, que culminó con su reducción y esposamiento.

Dada su evidente alteración del estado de ánimo, el hombre fue trasladado inicialmente al servicio de Urgencias del Hospital del Sur, en El Mojón. Posteriormente, fue derivado a la Unidad de Psiquiatría del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria para una evaluación profunda, ya que los indicios apuntan a supuestos “problemas de salud mental” como un factor clave en la cadena de eventos. Hasta la tarde de este martes, el sujeto no se habría presentado más por el barrio.