En una operación conjunta, funcionarios de Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria y agentes de la Guardia Civil de la Sección de Fiscal y Fronteras (UDAIFF) de Santa Cruz de Tenerife han intervenido un envío que contenía 2.396 emblemas comerciales falsificados de diversas marcas de alta gama.
La mercancía, cuya valoración en el mercado actual se estima en 1.569.380 euros si se empleara el procedimiento habitual en productos originales, fue detectada en el Centro de tratamiento automatizado de Correos.
La investigación se centró en el destinatario del envío, un varón residente en el sur de la isla de Tenerife, quien ahora enfrenta acusaciones por presunto delito contra la propiedad industrial. Tras la incautación, los emblemas falsificados fueron sometidos a una certificación de falsificación.
El investigado fue llevado a dependencias aduaneras, donde se llevaron a cabo las diligencias correspondientes por parte de ambas autoridades. Posteriormente, el atestado fue remitido al Juzgado de Instrucción de Guardia de San Cristóbal de La Laguna para su procesamiento legal.
El tráfico de mercancías falsificadas, como en este caso, representa una amenaza para la protección de los consumidores, la salud, la seguridad y otros intereses públicos, así como una vulneración de las normas de homologación de bienes de consumo en general.
En respuesta a esta problemática, los Servicios de Fiscales han intensificado su atención en estos sectores de riesgo, llevando a cabo acciones operativas coordinadas a nivel nacional e internacional, en colaboración con organismos como la Organización Mundial de Aduanas, OLAF (Oficina de lucha contra el fraude de la Comisión Europea) y EUROPOL, entre otros.
