La Guardia Civil recibió un aviso de que un catamarán de vela ligera había sufrido un accidente en el mar cerca de la costa de Barranco Hondo, en Tenerife.
Los agentes del Servicio Marítimo Provincial se desplazaron al lugar en su embarcación y comprobaron que el catamarán estaba volcado y que la vela estaba medio hundida en el agua, dificultando su recuperación.
Las dos tripulantes, dos mujeres jóvenes, estaban en el agua tratando de enderezar el barco sin éxito, ya que el agua había entrado en el interior de la vela y la hacía muy pesada.
El estado de la mar era complicado y el viento soplaba con fuerza, lo que ponía en riesgo la seguridad de las náufragas.
Los agentes les lanzaron una cuerda para poner el catamarán en posición vertical y lo engancharon a su embarcación para remolcarlo hasta la playa de varadero, la más próxima al lugar del accidente.
Allí les esperaban los servicios de emergencia para atender a las tripulantes. Los agentes contaron con la ayuda de un socorrista de Cruz Roja que les estaba prestando apoyo desde una moto acuática por si fuera necesaria su intervención.
Una de las tripulantes al no tener equitación adecuada para navegar, presentaba síntomas de hipotermia leve y tuvo que ser trasladada al hospital para una revisión médica.