Esta llegada pone en evidencia, una vez más, la constante presión migratoria que soportan las Islas Canarias y cómo esta realidad convive con los paisajes turísticos que definen el destino.
En la tarde del pasado jueves 2 de enero, el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad 1-1-2 (CECOES) alertó sobre la llegada de un grupo de 65 inmigrantes a las costas de Tenerife, específicamente en Playa de las Américas, en el municipio sureño de Arona.
La noticia encendió las alarmas, y rápidamente se movilizaron los recursos necesarios para atender a los recién llegados.
Cruz Roja Española gestionó la intervención humanitaria. A través de su Centro de Operaciones en Canarias, activaron el Equipo de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE), especializado en ayudar a inmigrantes.
Un equipo de 11 voluntarios se trasladó hasta el lugar para proporcionar asistencia durante la noche: kits de higiene, ropa, calzado, mantas y alimentos fueron distribuidos entre los migrantes.
A pesar de la atención rápida y efectiva, la situación no estuvo exenta de complicaciones. Durante el operativo, 9 personas tuvieron que ser trasladadas a centros sanitarios por diversas patologías.
En el dispositivo también participaron las fuerzas de seguridad: Policía Local, Policía Nacional, Guardia Civil, Policía Portuaria y el Servicio de Urgencias Canario (SUC), quienes velaron por la seguridad de todos los involucrados.
Tras estos hechos, varios turistas y residentes presentes en la zona no pudieron evitar asombrarse al presenciar de cerca la realidad migratoria que enfrentan las islas. Muchos se mostraron impresionados y algunos sorprendidos al comprender que situaciones como esta forman parte de la experiencia cotidiana en las Islas Canarias.