Unidas Sí Podemos en Güímar ha presentado al Grupo de Gobierno del Ayuntamiento una serie de propuestas encaminadas a mejorar el sistema de cobro de tasas por la recogida de basuras en el municipio. Esta iniciativa se enmarca en la nueva ley de residuos y suelos contaminados que establece objetivos y medidas específicas para limitar los impactos derivados de la generación de residuos.
Estas medidas, según Nayra Caraballero, concejala de la formación de izquierdas, “buscan implantar sistemas de pago basados en la generación de residuos, con el objetivo de reflejar de manera más precisa los costos reales, tanto directos como indirectos, de las operaciones de recogida, transporte y tratamiento de los residuos, ya que esta nueva ley plantea que quien más contamine más pague”.
Según esta normativa vigente, los ayuntamientos tienen la obligación de gestionar la recogida, transporte y tratamiento de los residuos domésticos, así como de disponer de una red de puntos limpios o alternativas acordadas para la entrega gratuita de residuos. Además, deben recopilar, elaborar y actualizar la información necesaria para cumplir con las exigencias legales en materia de residuos, y suministrarla a las comunidades autónomas.
Unidas Sí Podemos ha propuesto que “las tasas municipales de recogida de basuras incentiven la separación de residuos en viviendas de alquiler vacacional y bonifiquen las prácticas de compostaje doméstico o comunitario”. Además, se sugiere “la creación de bonificaciones para la participación en recogidas separadas destinadas a la preparación para la reutilización y el reciclaje, así como la implementación de ayudas específicas para familias en situación de riesgo de exclusión social”.
Desde la organización argumentan que “los altos niveles de contaminación y los crecientes costos asociados a la gestión de residuos subrayan la necesidad de promover una economía circular, basada en la reutilización y el reciclaje, con el fin de reducir el impacto negativo de los residuos en el medio ambiente”.
Entre las medidas propuestas se incluyen incentivos fiscales para la donación de alimentos y el compostaje doméstico, así como la promoción de la reparación, reutilización y actualización de aparatos eléctricos y electrónicos, pilas, acumuladores, textiles, muebles, envases y materiales de construcción.
Además, se sugiere estudiar otras acciones, como fomentar la reducción de residuos en el comercio mediante la venta de productos a granel y el uso de envases o dispositivos reutilizables, el consumo de agua potable en instalaciones municipales a través de la instalación de fuentes, y la obligación de ofrecer agua no envasada y gratuita en establecimientos de hostelería y restauración. También se plantea la creación de sistemas de depósito y devolución para incentivar la recogida eficiente de productos usados.
Nayra Caraballero insiste en “la importancia de convertir los residuos en recursos como parte esencial de la transición hacia una economía más limpia, climáticamente neutra y circular”, y añade que “reutilizar y reciclar no solo crea empleos locales e impulsa la innovación, sino que también alivia la presión sobre los recursos naturales y reduce la dependencia de materias primas importadas”.
En la coalición de izquierdas agregan que “las propuestas presentadas buscan ser discutidas tanto dentro de la administración como en espacios de debate abiertos a la ciudadanía, para garantizar un modelo de gestión de residuos más justo y sostenible en Güímar”.