El Grupo Socialista en el Cabildo de Tenerife, mayoritario en la corporación, ha denunciado hoy el enorme retraso que sufre el servicio de teleasistencia a personas mayores dependientes de la Isla, que suma una lista de espera que supera las cuatro mil personas, tal y como ha reconocido la consejera de Acción Social de esta institución a preguntas del PSOE en comisión plenaria. En estos momentos, a finales de 2024, el IASS -el organismo del Cabildo que gestiona los servicios sociales- está atendiendo solicitudes que se cursaron hace más de un año.
El PSOE recuerda que el servicio de teleasistencia permite que las personas mayores dependientes cuenten con una vida autónoma y puedan estar en sus domicilios sin dejar de recibir atención especializada por medios electrónicos, algo fundamental para su calidad de vida y por el retraso que existe en la puesta en funcionamiento de nuevas plazas residenciales dependientes del Cabildo, que tiene, incluso, residencias terminadas y cerradas, como ocurre en La Victoria de Acentejo.
Prevista por la Ley de Dependencia, el servicio se puso en marcha en el año 2022, siendo Pedro Martín presidente del Cabildo de Tenerife y Marián Franquet consejera de esta área.
Los socialistas apuntan que, en ese ejercicio se crearon mil plazas de teleasistencia y la previsión del grupo de gobierno del PSOE era terminar 2023 con otras 218 plazas, “que nunca vieron la luz” con la entrada del nuevo gobierno insular de CC y PP, que cuenta con el apoyo externo de VOX.
Debido a que el equipo que preside Rosa Dávila “olvidó” crear nuevas plazas en el convenio que firmó con el Gobierno de Canarias, estas no fueron añadidas hasta octubre de este año, cuando se firmó una adenda al documento, por lo que este ha sido un año perdido en materia de teleasistencia, en el que únicamente se han acumulado personas a la lista de espera.
“Son cuatro mil personas mayores dependientes que están en sus casas en la isla de Tenerife esperando por un servicio de teleasistencia”, ha explicado la propia Marián Franquet, quien ha agregado que “estas personas y sus familias tienen la seguridad de que, si pasa cualquier cosa, van a estar atendidas con un botón que llevan al cuello o en una pulsera. Es un servicio absolutamente necesario. Cuando nos fuimos del gobierno insular no había lista de espera, más allá de uno o dos meses. Y ahora mismo hay 4.000 personas con un año de espera para que le pongan en su casa un aparato que permite que las personas mayores, y sus familias, estén y se sientan seguras”, ha agregado.