El Consejo General de Enfermería (CGE) ha presentado el Informe de ratios 2024, que confirma que la falta de profesionales sanitarios sigue poniendo en riesgo la salud de la población y el correcto funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. La organización, que representa a más de 353.000 enfermeras y enfermeros en España, insta a las administraciones a atender con urgencia sus reclamaciones y a reducir la significativa brecha que existe con el resto de países de la Unión Europea.
Según el documento, la ratio en España es de 6,36 enfermeras por cada mil habitantes, apenas seis centésimas más que en 2023 (6,30), un incremento casi imperceptible en comparación con la media europea, que se sitúa en 8,19. “Un año después, seguimos prácticamente igual. Llevamos décadas advirtiendo de un problema ‘de Estado’ y hace unos meses fue el Ministerio de Sanidad quien certificó, con sus propios datos, los más de 100.000 enfermeras y enfermeros que se necesitan con urgencia. No obstante, el hecho de que lo hayan reconocido no quiere decir que ni desde el Gobierno Central ni desde las comunidades autónomas se estén dando pasos decisivos para acabar con una realidad desoladora”, ha señalado Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.
El informe también revela que la situación no es exclusiva de España, sino que afecta a nivel europeo. La media de enfermeras por cada mil habitantes en los 27 países miembros ha descendido de 8,83 en 2023 a 8,19 en 2024. “Nos encontramos en una situación gravísima, no solo en España, sino a nivel europeo y mundial. Si bien es cierto que nos queda mucho para alcanzar las cifras europeas, estamos asistiendo a un deterioro de la profesión en todos los países y estamos observando cómo en vez de potenciar la figura de la enfermera, cada vez se la debilita más. Parece que los dirigentes políticos españoles y europeos no quieren darse cuenta de la situación. Llevamos mucho tiempo advirtiéndolo, sin enfermeras no hay salud y sin salud no hay futuro. Estos datos solo significan una cosa: el total desprecio por la enfermería y a corto plazo nos arrepentiremos”, ha puntualizado Pérez Raya.
Desigualdades entre comunidades
El informe desglosa también las cifras por comunidades autónomas. Navarra encabeza el ranking con 8,92 enfermeras por cada mil habitantes, siendo la única región que supera la media europea. Le siguen País Vasco (8,09), Canarias (7,55), Castilla y León (7,49), Aragón (7,4), Asturias (7,34), Melilla (7,24), Extremadura (7,15), Ceuta (7,10), Cantabria (6,77), Madrid (6,54), La Rioja (6,51) y Cataluña (6,5), todas ellas por encima de la media nacional.
En cambio, las comunidades con peores ratios en 2024 son Castilla-La Mancha (6,26), Islas Baleares (6,13), Andalucía (5,56), Comunidad Valenciana (5,56), Galicia (5,16) y Murcia (4,99).
Sobre estas cifras, Adriana Díaz, del Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE, explica: “Existen enormes desigualdades entre comunidades y con respecto a la media nacional y europea. Los datos reflejan una pequeñísima subida en comparación con años anteriores, pero este aumento es tan leve que no puede ser reseñable, ya que la falta de profesionales sigue siendo un problema grave de nuestro sistema”.
Situación agravada en verano
Esta problemática se intensifica durante el periodo vacacional. “En la época estival el problema se agudiza sobremanera. Las enfermeras, como cualquier otro trabajador, merecen disfrutar de unas vacaciones y la incorporación de las recién egresadas –que, además, obviamente no tienen la experiencia acumulada de las que sustituyen– no da para cubrir toda la demanda”, ha destacado Pérez Raya.
Impacto directo en la salud de los pacientes
Diego Ayuso, secretario general del CGE, ha recordado que la escasez de enfermeras afecta proporcionalmente a la salud de toda la población, algo constatado por múltiples estudios. Citó uno reciente publicado en el British Medical Journal (BMJ) por investigadores del Reino Unido, que asocia directamente la falta de enfermeras con un aumento en el riesgo de muerte de los pacientes, además de demostrar que revertir esta escasez es coste-efectivo.
“Cada día que un paciente estuvo expuesto a la falta de enfermeras (personal por debajo de la media de la unidad hospitalaria) en los cinco primeros días de ingreso, el riesgo de muerte se incrementó un 8% y el riesgo de reingreso aumentó un 1%”, expone el estudio.
“Las conclusiones de este estudio no son algo aislado, sino que ya existen otros trabajos en esta línea y desde hace años. Está ampliamente demostrado que la falta de enfermeras y enfermeros repercute enormemente en la calidad de vida de los pacientes y de la población en general. Es el momento de que las administraciones tomen conciencia política y se trabaje para solucionar esto cuanto antes mejor. No podemos seguir sin una dirección clara y sin rumbo en lo que a la escasez de enfermeras se refiere, es preciso abordar una buena planificación de enfermeras para ir resolviendo el problema estructural de falta de enfermera. Es necesario que desde el Ministerio y desde las comunidades autónomas se integren indicadores de calidad que reflejen el impacto que tiene el número de pacientes que cuida una enfermera por turno y la complejidad de los mismos”, ha subrayado Ayuso.
