En un acto conmovedor en la Plaza Weyler de Santa Cruz de Tenerife, la Comisaría Provincial de Policía Nacional rindió homenaje a los policías nacionales y a sus familiares que han sido víctimas de atentados terroristas.
El evento, que tuvo lugar el 25 de junio, fue presidido por Jesús Javier Plata Vera, Subdelegado del Gobierno en Santa Cruz de Tenerife, Jesús María Gómez Martín, Jefe Superior de Policía de Canarias, y Raúl Contreras Sabio, Comisario, Jefe Provincial de Operaciones.
Homenaje a Policías Nacionales Víctimas de Atentados Terroristas
Este reconocimiento oficial se basa en la Resolución del Director General de la Policía del 10 de enero de 2024, y tiene como objetivo agradecer explícitamente el sacrificio de los policías nacionales y de sus familiares, quienes han sido víctimas de atentados terroristas y han sacrificado lo más valioso para cumplir con el mandato constitucional de defender los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana.
Entre los policías nacionales reconocidos estaban los agentes tinerfeños Juan de Dios Díaz y Francisco Marrero, compañeros de patrulla que en 1980 en Güipuzcoa, sufrieron un atentado terrorista que les dejó secuelas físicas de diferente gravedad.
Los agentes, junto con otros tres policías nacionales, fueron ametrallados mientras estaban de servicio, pero lograron responder a los disparos y repeler el ataque.
En 1981, Francisco Torres, un agente de policía nacional, fue asignado a Bilbao. Su misión, junto con otros tres agentes, era la vigilancia dinámica de una zona, tarea que se realizaba en dos coches patrulla. Durante una de estas rondas, un artefacto explosivo detonó al paso de los vehículos oficiales, seguido de un tiroteo.
Francisco sufrió graves heridas que requirieron una larga recuperación y le dejaron importantes secuelas físicas.
Emotivo Reconocimiento
Se rinde un especial homenaje a los policías nacionales Javier Benito Díaz, Rafael Valdenebro y José Francisco Hernández, quienes perdieron la vida en acto de servicio, víctimas del terrorismo.
José Benito Díaz, originario de Porís de Abona, fue asesinado en 1978 en Bilbao en un atentado terrorista perpetrado por ETA. El coche patrulla en el que José Benito se dirigía a un hospital para prestar servicio fue tiroteado, resultando en la muerte instantánea de dos agentes.
José Benito, después de once días en el hospital, murió debido a las heridas sufridas. En el momento de su asesinato, estaba casado y tenía un hijo pequeño.
Rafael Valdenebro, natural de Córdoba, murió en 1978 a causa de las lesiones provocadas por la explosión de un artefacto explosivo colocado en una papelera de La Laguna, en un acto terrorista reivindicado por el grupo MPAIAC.
Rafael transportaba la bomba a un lugar seguro para desactivarla y evitar que afectara a unos niños cercanos cuando detonó.
Tras trece días en el hospital, falleció debido a las graves lesiones causadas por la explosión. Dejó a una esposa y dos hijos.
José Francisco Hernández, originario de Santa Cruz de Tenerife, perdió la vida en 1990 en Vizcaya en un atentado terrorista con un coche bomba que explotó al paso del vehículo oficial en el que prestaba servicio.
De los cuatro agentes que viajaban en el vehículo, dos murieron en el acto y los otros dos resultaron gravemente heridos. José Francisco, en el momento de su muerte, estaba casado y tenía dos hijos pequeños.
Según las autoridades, este reconocimiento oficial es un testimonio de la gratitud que la sociedad, y en particular la Policía Nacional, siente hacia aquellos policías nacionales. Su esfuerzo personal en momentos críticos de la historia reciente de España ha sido fundamental para el desarrollo y fortalecimiento de nuestra actual sociedad democrática.