El estupefaciente distribuido en 30 fardos fue intervenido en un hueco del huerto trasero de una vivienda ubicada de la zona linense del Zabal.
Tras la aprehensión cinco fardos más, con otros 150 kilogramos, fueron localizados en el interior de un vehículo abandonado en una gasolinera de las inmediaciones.
Hasta el momento han sido detenidas dos personas, padre e hijo, el progenitor se encargaba de custodiar y almacenar el estupefaciente y su descendiente de la posterior distribución.
Agentes de la Policía Nacional se han incautado de 1050 kilos de hachís en el municipio gaditano de La Línea de la Concepción. La mayor parte del estupefaciente fue localizado en el interior de un zulo ubicado en el huerto trasero de una vivienda del barrio linense del Zabal. Tras la aprehensión cinco fardos más, con otros 150 kilogramos, fueron localizados en el interior de un vehículo abandonado en una gasolinera de las inmediaciones. Hasta el momento han sido detenidas dos personas, padre e hijo, el progenitor se encargaba de custodiar y almacenar el estupefaciente y su descendiente de la posterior distribución.
La operación se inició el pasado día 2 de mayo, a raíz de una llamada que un vecino de la zona realizó a la sala del 091. En esta llamada el denunciante alertaba estar sufriendo un robo violento en el interior de su domicilio, por lo que rápidamente se desplazaron hasta ese lugar varios indicativos policiales. Una vez allí, estos agentes detectaron como en una de las viviendas cercanas, unos individuos estaban introduciendo varios fardos en el interior de una casa. Los implicados al detectar la presencia de los agentes se dieron a la fuga.
1050 kilos y 35 fardos
A continuación y una vez asegurada toda la zona los policías inspeccionaron la vivienda y localizaron una oquedad, situada en el huerto trasero, donde hallaron un total de 30 fardos, que contenían 900 kilos de hachís. Inmediatamente arrestaron al morador de la vivienda por un delito contra la salud pública, encargado de custodiar y almacenar el estupefaciente hasta su posterior distribución.
Poco después localizaron un vehículo abandonado, en una gasolinera cercana, con cinco fardos en su interior que contenían 150 kilogramos de hachís en total y detuvieron al hijo del guardián quien se encargaba de la distribución de la droga.
Dado que ese lugar es una zona habitualmente usada por los narcotraficantes para ocultar sustancias estupefacientes, se activó un operativo policial especializado en la lucha contra la droga y el crimen organizado.
Mediante esta investigación se comprobó un importante entramado de estructuras conexas entre el domicilio donde se han localizado los fardos de hachís. Por el momento la investigación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.