La joven, que reside en Madrid, denunció que estaba recibiendo vídeos por parte del progenitor en los que aparecía torturando al hijo de ambos –de doce años de edad- en un bosque de Rumanía.
El arrestado exigía a su expareja que regresase a su país de origen de inmediato y el pago de 1.000 euros a cambio de detener las agresiones.
Una vez comunicados los hechos por parte de los agentes a INTERPOL, la Policía de Rumanía localizó al niño y, poco después, arrestó al agresor que había emprendido ya la huida.
Agentes de la Policía Nacional y Policía Municipal de Madrid, en colaboración con la Policía de Rumanía a través de INTERPOL, han coordinado una operación para detener en Rumanía a un hombre que enviaba vídeos a su expareja en los que aparecía torturando al hijo de ambos. La joven, que reside en Madrid, denunció que estaba recibiendo vídeos de las torturas en los que su marido le exigía regresar en 24 horas a su país y el pago de 1.000 euros a cambio de detener las agresiones. Una vez comunicados los hechos por parte de los agentes a INTERPOL, la Policía de Rumanía localizó al menor en casa de la abuela paterna y, poco después, arrestó al padre que había emprendido ya la huida.
Maniatado y amordazado
El detenido había llevado al hijo de ambos, de doce años de edad, a un bosque cerca de la localidad de Buzau, en Rumanía. Allí ató al menor a un árbol y le amordazó con la intención de torturarle y grabar la escena para poder enviar las imágenes a su exmujer, que se encontraba en España, ya que el niño vivía con su progenitor en su país de origen y la madre residía en Madrid. Cuando la mujer recibió tres vídeos en los que su hijo aparecía con diversos cortes en el pecho y abdomen, bajo la amenaza por parte de su expareja de continuar con las agresiones si no volvía a Rumanía en menos de 24 horas y pagaba 1.000 euros, se puso en contacto con Policía Municipal de Madrid para comunicar lo ocurrido.
Una vez que los agentes acudieron a su domicilio, la trasladaron a la Comisaría de Distrito de Usera (Madrid), donde los agentes de Policía Nacional tramitaron la denuncia y se pusieron en contacto con INTERPOL para conseguir que la Policía de Rumanía actuara lo antes posible.
Poco después, un grupo de intervención de la Policía rumana localizó al menor en casa de la abuela paterna, siendo trasladado a un centro sanitario para recibir atención médica por sus heridas. Además, los agentes arrestaron al padre, quien ya había emprendido su huida.