El número de jóvenes que padecen problemas auditivos aumentará en los próximos años debido a algunas prácticas como el uso sin control de auriculares con un volumen excesivo.
Ante esta situación, el equipo de expertos de Oticon recomienda la utilización de un volumen seguro o la limitación del tiempo de exposición a niveles altos.
La pérdida auditiva, que afecta a casi 400 millones de personas en todo el mundo, es la disminución de la capacidad para escuchar correctamente. Normalmente esta situación se produce con la edad, como resultado del propio envejecimiento de las células, sin embargo, tal y como explica la OMS, esta cifra ha experimentado un alarmante aumento entre los más jóvenes. Aunque estos problemas se producen en muchas ocasiones por causas genéticas o biológicas, hay otros factores externos que afectan a la audición y que son evitables.
Es precisamente sobre estos aspectos prevenibles sobre los que es importante poner el foco, y es que cada vez son más los jóvenes que, debido a sus actividades de ocio, pierden capacidad auditiva, generando unos efectos sobre la capacidad de comunicación y aprendizaje que tendrá consecuencias sobre la salud y que a largo plazo pueden desembocar en deterioro cognitivo, demencia o aislamiento social. Entre estas buenas prácticas está el uso de tapones en los conciertos o la disminución del volumen de la música.
Por esta razón, con motivo de la celebración el próximo 21 de junio del Día de la Música, una jornada en la que el oído es el órgano protagonista, el equipo de audiólogos de Oticon quiere alertar de un problema de salud que puede hacer que, en unos años, dejemos de disfrutar de este arte debido a unos malos hábitos auditivos.
En este escenario la tecnología está aplicando importantes cambios al desarrollar audífonos que impulsan la comunicación de los usuarios con su entorno. Así, el último audífono Oticon Opn S desarrollado por Oticon cuenta con un sistema suficientemente rápido y preciso para ofrecer todos los sonidos relevantes de un mismo entorno. Esto proporciona al cerebro la información necesaria para dar sentido a todos aquellos sonidos que le llegan, en especial en lugares ruidosos como bares o restaurantes. Además, la conectividad permite vincular los audífonos con los dispositivos de audio, teléfonos móviles, etc. de forma inalámbrica obteniendo una experiencia sonora mucho más rica.
Las personas con pérdida auditiva ya no tendrán problemas a la hora de disfrutar de su melodía preferida. Y es que la música es un conglomerado de mensajes que en el cerebro se convierten en emociones.