Los colectivos más afectados por las altas temperaturas son la población infantil, las personas mayores y con enfermedades crónicas.
Alguno de los efectos negativos para la salud pueden ser dolor palpitante de cabeza, mareos y náuseas, pulso acelerado y debilidad.
Con la llegada del verano, las temperaturas ascienden a altos niveles y aumenta la probabilidad de sucesos adversos como las olas de calor. Por ello, Cruz Roja Española promueve la campaña informativa de sensibilización ‘Yo me protejo’.
Los efectos negativos de estos ataques de calor resultan en fatigas, dolor de cabeza, calambres, pulso fuerte y acelerado, mareo, náuseas y confusión, incluso pérdida de conciencia.
El calor excesivo o intenso puede alterar las funciones vitales del organismo. Como resultado, Cruz Roja plantea unas pautas a seguir en estas situaciones. Destaca como lo más importante tener en cuenta la hidratación, la alimentación y la prevención de riesgos en las horas que se registran las máximas temperaturas.Asimismo, los grupos más sensibles son la población infantil, sobre todo los menores de cuatro años, las personas mayores, las personas con enfermedades crónicas, con tratamientos de determinados fármacos y las personas con dificultades de comprensión, orientación, con poca autonomía en la vida cotidiana y que hayan consumido alcohol y otras drogas.
Por esta razón, la organización realiza llamadas para prevenir a la población y programa actividades de concienciación a pie de calle.
Cruz Roja recomienda evitar comidas copiosas, utilizar en todo momento protección solar adecuada renovándola con regularidad, además de proteger la cabeza y cuello, así como los ojos de los rayos ultravioletas y radiación azul visible con gafas de sol.
De cualquier modo, los consejos en una circunstancia de riesgo son: situarse en un sitio fresco y pedir ayuda y en caso de tener un problema de salud consultar con su médico.