La Comisión Europea ha respaldado el sistema español de control del uso “prudente” de antibióticos en veterinaria, considerándolo “útil y eficaz” en la lucha contra las resistencias antimicrobianas.
Según el informe final de la auditoría realizada entre el 6 y el 17 de marzo por la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria, los controles ejercidos por las autoridades competentes en relación con la prescripción y el uso de antimicrobianos están “bien diseñados” y se aplican “correctamente”.
El documento, remitido al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación el 9 de junio, concluye que España contribuye a “un uso más prudente de los antimicrobianos” mediante el cumplimiento de los requisitos establecidos en el reglamento europeo sobre medicamentos veterinarios.
El Ministerio recuerda que en España, el Real Decreto 666/23 “es la norma que regula la prescripción de medicamentos para animales para promover un uso prudente de antibióticos y luchar contra la resistencia antimicrobianas para preservar la sanidad animal y la humana”. Esta normativa es una transposición de un reglamento comunitario de obligado cumplimiento.
El propósito de la auditoría fue “confirmar la idoneidad” de los controles aplicados por las autoridades competentes en relación con los antimicrobianos de uso veterinario, especialmente en lo que respecta al uso de antibióticos conforme a los términos de su autorización de comercialización.
La Comisión subraya que tanto el Ministerio como las comunidades autónomas realizan “controles adecuados” para supervisar que veterinarios y ganaderos cumplan con las disposiciones del reglamento, cuyo objetivo es frenar las resistencias y promover un uso “prudente” de los antimicrobianos.
Entre los aspectos evaluados, se destaca que los antibióticos se prescriben únicamente “tras un examen clínico o una evaluación adecuada del estado de salud del animal o grupo de animales por parte de un veterinario”, y que los antimicrobianos se utilizan únicamente, si procede, “de conformidad con los requisitos nacionales adicionales”, resume el informe de la auditoría.
De este modo, el Ministerio explica que el informe constata cómo el sistema Presvet, que obliga a los veterinarios a comunicar los antibióticos que prescriben, “facilita el control, ya que permite comprobar las prescripciones realizadas en cada caso, el tratamiento realizado y la cantidad y el tipo de antimicrobianos aplicados”.
