La Gerencia de Urbanismo de La Laguna ha encargado un estudio independiente sobre la Casa del Cura de Tejina para resolver el conflicto entre varias instituciones sobre los valores de esta construcción del siglo XX.

Esta edificación está causando graves problemas estructurales a la iglesia de San Bartolomé y obstaculiza las demandas vecinales de ampliación de la plaza.

El concejal de Ordenación del Territorio y de Patrimonio Cultural de La Laguna, Adolfo Cordobés, explicó que el proyecto ha pasado por un largo proceso administrativo debido a supuestos valores culturales de la casa parroquial que no han sido acreditados.

Los vecinos, a través de la Asociación de Las Tres Calles y la Plataforma ciudadana de Tejina, llevan años pidiendo la demolición del inmueble y la recuperación del espacio público.

Cordobés señaló que, “teniendo en cuenta las discrepancias entre la información de la que disponemos y las valoraciones manifestadas por el Cabildo de Tenerife, así como el interés público de esta intervención, hemos creído necesario contar con un completo análisis técnico sobre la historia constructiva y supuestos valores de este inmueble”.

La Gerencia ha iniciado la tramitación para encargar este informe al arquitecto Alejandro Beautell García y al historiador Miguel Machado Bonde, un trabajo que se espera dure cuatro meses.

La Casa del Cura de Tejina está incluida en el entorno de protección del BIC de la iglesia del siglo XVI. La Gerencia considera esta medida como un paso fundamental para aclarar las dudas planteadas por el Cabildo de Tenerife y tramitar la retirada del inmueble del catálogo municipal de bienes patrimoniales, como ha solicitado la institución insular.

Además, Cordobés indicó que este informe sería fundamental para la modificación menor del Plan General de Ordenación vigente y permitiría ampliar la superficie de la plaza y corregir la calificación de la iglesia de San Bartolomé de Tejina como dotación pública.

Cabe recordar que, incluso una vez descatalogado, cualquier intervención en el entorno del BIC requerirá autorización del Cabildo, previo dictamen favorable de la Comisión Insular de Patrimonio.

Discrepancias sobre los valores culturales de la Casa

En un reciente informe de la unidad técnica de Patrimonio Histórico del Cabildo, se reconocen los valores patrimoniales de la casa terrera, destacando las características de sus fachadas y el despiece de sus carpinterías. Sin embargo, se considera que tanto la remonta (segunda planta) como el cuerpo añadido son elementos discordantes que deben ser eliminados para mejorar la imagen original del inmueble, sugiriendo así la permanencia de la primera planta.

A pesar de esto, la información gráfica, documental y testimonial recopilada por el municipio, con la colaboración de historiadores y vecinos, muestra que la edificación fue construida en dos alturas ya en 1929, sin respetar el proyecto original de 1928, el cual también se conserva. Aunque el interior de la planta superior no se habilitó para su uso hasta décadas después, toda la estructura se ejecutó en su totalidad, como se evidencia en numerosas imágenes, por lo que nunca fue una casa terrera.

Es importante recordar que la última Resolución de la Dirección Insular de Planificación del Territorio y Patrimonio Histórico del Cabildo de Tenerife indica que, “para la preceptiva autorización en materia de Patrimonio Histórico de un proyecto que recoja la demolición de la casa parroquial, se deberá tramitar por el Ayuntamiento el previo expediente de modificación del Catálogo municipal, si entendieran que el inmueble no debe formar parte de este y debe revisarse. Todo ello sin perjuicio de la autorización que debe emitir el Cabildo Insular al tratarse de un inmueble afecto al entorno del Bien de Interés Cultural de referencia”.