Este miércoles 12 de abril falleció Tibisay Lucena, ministra de Educación Universitaria y expresidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, a los 63 años de edad. Su muerte fue anunciada por la vicepresidenta Delcy Rodríguez, quien la calificó de “hija insigne de Venezuela” y “verdadera militante por la vida”. El presidente Nicolás Maduro también expresó su tristeza y la recordó como una “defensora de la democracia y la educación”.
Tibisay Lucena, la rectora de los cuestionados triunfos electorales del chavismo en Venezuela
Lucena fue una figura clave del chavismo en el ámbito electoral, pues estuvo al frente del CNE entre 2006 y 2020, período en el que dirigió 18 elecciones nacionales y locales, algunas de las cuales fueron impugnadas por la oposición y la comunidad internacional por presuntas irregularidades y fraudes. Entre ellas se destacan la reelección de Maduro en 2018 y la votación para una Asamblea Nacional Constituyente en 2017.
Lucena era recordada por sus boletines de medianoche anunciando resultados electorales, casi siempre a favor del chavismo. Su dictamen era palabra santa para el oficialismo, pero motivo de protesta y desconfianza para sus detractores. Su gestión fue cuestionada por la falta de transparencia, imparcialidad y equilibrio en el organismo electoral, así como por las trabas y obstáculos que impuso a las candidaturas opositoras.
Lucena también fue sancionada por Estados Unidos por supuestamente socavar la democracia y favorecer la violación de derechos humanos en Venezuela. Además, era conocida por sus declaraciones polémicas, como cuando se burló de las mujeres embarazadas ucranianas que debieron evacuar un hospital bombardeado por Rusia.
En junio de 2020, Lucena dejó su cargo en el CNE y fue nombrada ministra de Educación Universitaria, donde permaneció hasta su muerte. Aunque no se ha confirmado oficialmente, se sabe que padecía cáncer desde 2012 y esa habría sido la causa de su deceso.
Nacida en 1959 en Barquisimeto, Tibisay Lucena se graduó de la Universidad Central de Venezuela, donde también se desempeñó como profesora en el área de Procesos Electorales. Fue una mujer de mucho temple que se mantuvo leal a sus principios e ideales, según sus allegados, pero también una funcionaria a sueldo del chavismo, según sus críticos.