Finlandia se convirtió el martes en el trigésimo primer miembro formal de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una vez concluido su proceso de adhesión en la sede de la Alianza Atlántica, donde se celebró una ceremonia con izada de bandera y una reunión de ministros de Exteriores aliados en la que el país nórdico participó como miembro de pleno derecho.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, señaló que, con la integración de Finlandia, la frontera terrestre entre la Alianza y Rusia será “más del doble” que la actual, pasando de unos 1.000 kilómetros a más de 2.300.
Stoltenberg destacó que el proceso de adhesión de Finlandia ha sido “el más rápido de la historia moderna de la OTAN”, ya que solo transcurrió un año desde que el país solicitó formalmente su ingreso junto con Suecia en mayo de 2022.
La decisión de Finlandia y Suecia de unirse a la OTAN se produjo tras la invasión rusa de Ucrania en abril de 2022, que provocó una grave crisis de seguridad en Europa y un aumento de las tensiones con Moscú.
Ambos países nórdicos, que habían mantenido una política de neutralidad durante décadas, consideraron que era necesario reforzar su defensa colectiva ante la amenaza rusa y acercarse a sus socios occidentales.
Sin embargo, mientras que Finlandia logró completar su proceso de ratificación sin mayores obstáculos, Suecia se enfrentó al veto de Turquía y Hungría, que exigieron al país escandinavo que extraditara a varios ciudadanos turcos y húngaros acusados de terrorismo o corrupción. Estos países también expresaron su malestar por el apoyo sueco a las aspiraciones europeas de Ucrania y Georgia, dos antiguos territorios soviéticos que Rusia considera parte de su esfera de influencia.
Así queda la frontera de la OTAN frente a Rusia:
Stoltenberg confió en que el veto a Suecia se resuelva pronto y que el país pueda unirse a la OTAN en la próxima cumbre que se celebrará en julio en Vilnius, Lituania. El secretario general afirmó que la ampliación de la Alianza es “una señal clara” de que “ningún país tiene derecho a vetar o interferir en las decisiones soberanas” de otros Estados.
Por su parte, el presidente finlandés, Sauli Niinistö, declaró que su país estaba “orgulloso” de formar parte de la OTAN y que su adhesión era “una decisión estratégica” para garantizar su seguridad y estabilidad. Niinistö también subrayó que Finlandia seguirá manteniendo “un diálogo constructivo” con Rusia, pese a las diferencias existentes entre ambos países.
La entrada de Finlandia en la OTAN fue recibida con críticas por parte de Rusia, que consideró que se trataba de una “provocación” y una “amenaza” para su seguridad nacional. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, advirtió de que Rusia tomaría “contramedidas” para proteger sus intereses y su integridad territorial ante la expansión de la Alianza hacia sus fronteras.