La Fuerza Aérea de EE.UU. muestra el funcionamiento de un robot capaz de pilotar por sí mismo cualquier avión.
El kit de conversión desarrollado y probado con éxito por la Fuerza Aérea de EE.UU. se basa en la premisa de transformar de forma rápida y económica cualquier avión o avioneta convencional en un dron o UAV, un vehículo aéreo no tripulado.
El kit, denominado Robopilot, ha pilotado con éxito una vieja Cessna de 1968, en un vuelo que ha durado dos horas.
Robopilot se coloca en el lugar del asiento del piloto, e incluye todo el equipo necesario para pilotar la aeronave, incluyendo actuadores, ordenador, cámaras, batería y un brazo robótico industrial de pequeñas dimensiones que actúa sobre los interruptores y controles diseñados para uso humano.
De este modo el sistema puede coger el timón, pisar los planos de cola y los frenos, controlar el acelerador, accionar interruptores y leer los indicadores, “de la misma manera que haría un piloto”.
Una vez la aeronave convertida en dron ha completado su misión, se devuelve a su configuración original, ya que el sistema no requiere hacer modificaciones permanentes, es un sistema de quita y pon,” explican desde la US Air Force.
Además Robopilot tiene otra ventaja: su simplicidad y coste, es muy inferior a la de un dron “de verdad”, y puede aplicarse a diferentes tipos de aviones y avionetas.
En 2017 la compañía Aurora Flight Sciences, propiedad de Boeing, probó un desarrollo similar, pero limitando su aplicaciones a tareas de copiloto en aeronaves pilotados por humanos. Aurora Flight Sciences desarrolla drones y vehículos aéreos no tripulados.
En el caso de Robopilot, el sistema ha completado la totalidad del vuelo, incluyendo despegue y aterrizaje, de forma autónoma y sin asistencia humana.
Entre otras aplicaciones el kit desarrollado por la Air Force Research Laboratory y la compañía Dzyne Technologies, tiene el potencial de proporcionar horas de vuelto y entrenar los sistemas de aprendizaje automático y de inteligencia artificial, aplicados al vuelo autónomo con un coste relativamente bajo, para luego aplicarlo a drones más sofisticados y a futuras aeronaves no pilotadas.