Noticias Tenerife Así vive el grupo de desalojados de Costa del Silencio: ‘Esto es una guerra, sin comida, sin agua y bajo presión’

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Así vive el grupo de desalojados de Costa del Silencio: ‘Esto es una guerra, sin comida, sin agua y bajo presión’

Refugiados en el campamento del edificio chasna desmienten a la presidenta del Cabildo de Tenerife asegurando que hasta el momento se les ha negado recursos esenciales.

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La situación en el campamento establecido frente al recientemente desalojado edificio Chasna en Costa del Silencio se deteriora para las aproximadamente 30 personas que permanecen allí, de las más de 200 que fueron desalojadas inicialmente este martes.

A pesar de las peticiones desesperadas de ayuda, las autoridades locales parecen “ignorar” a los afectados. Las familias que viven en el campamento señalan que enfrentan una alarmante “escasez de recursos básicos y apoyo gubernamental en condiciones“.

Según sus testimonios, la concejala de servicios sociales del ayuntamiento de Arona, Ruth Martin, supuestamente “les negó” los baños portátiles que solicitaron. Además, han intentado ponerse en contacto con la Cruz Roja, ya que presuntamente se les dijo que los servicios sociales contactarían con esta entidad, pero la Cruz Roja (según lo explica uno de los afectados) supuestamente ha señalado que no ha sido notificada. Esta falta de comunicación ha desconcertado a los afectados, quienes consideran que su situación es una emergencia humanitaria.

Ante la falta de respuesta de las autoridades locales, los residentes del campamento han buscado soluciones por sí mismos. Algunos han encontrado un refugio temporal, mientras que otros, con menos recursos, permanecen en el campamento, viviendo en condiciones difíciles y durmiendo al aire libre rodeados de algunas de sus pertenencias, parte de lo que pudieron sacar, pues afirman que dentro de la estructura aún están sus cosas.

Los miembros del grupo se turnan para trabajar y asumir responsabilidades. A pesar de la adversidad, la solidaridad entre los afectados es evidente, con esfuerzos conjuntos para ayudarse mutuamente. Sin embargo, critican la falta de apoyo del gobierno y de organizaciones humanitarias como la Cruz Roja, especialmente cuando se han utilizado recursos de emergencia en otras situaciones, como la llegada de pateras.

La situación se complica aún más con la llegada de mal tiempo y vientos fuertes, lo que pone en mayor riesgo la salud y el bienestar de los afectados de distintas edades. La falta de electricidad ha llevado a la pérdida de alimentos debido a la falta de refrigeración, lo que obliga a las familias a depender de compras diarias para sobrevivir.

Dos días después del desahucio, los afectados exigen una “solución digna” a su situación de desamparo y se comprometen a permanecer en el lugar hasta que se les proporcione un alojamiento adecuado. En medio de esta crisis humanitaria, también se ha destacado la preocupación por las mascotas que quedaron dentro del edificio desalojado. Según los afectados, “algunos guardias han prestado apoyo para alimentar a estos animales” y han solicitado a las autoridades que se les permita el acceso para recuperar pertenencias personales y documentación esencial.

Es necesario aclarar que la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila, se ha pronunciado hoy nuevamente respecto a este desalojo, insistiendo reiteradamente en la culpa del partido socialista por permitir que estas personas ocuparan el edificio, existiendo el informe de urbanismo desde 2021.

Dávila insiste en que el Ayuntamiento de Arona “cuenta con los recursos que el Cabildo de Tenerife pone a su disposición”. Sin embargo, dos días después del desalojo, los afectados que se mantienen en el campamento han dejado bien claro a EL DIGITAL SUR que ellos no han recibido ningún tipo de ayuda por parte de las instituciones públicas.

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